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María y Marta (parte 4)
Fecha: 31/05/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Jaime M1, Fuente: CuentoRelatos
... con Marta a donde parecían que era su casa a unos diez minutos andando. Cuando llegamos me agarró de la mano para indicarme que subiera con ella. Nos metimos en su ascensor y subimos al tercer piso. Al salir del ascensor me llevo hasta la puerta C. Cuando estábamos frente a la puerta me dijo: "esto es lo que tenemos pendiente". Me empujó hacia un lado para no estar justo delante de la puerta de su casa, se arrodilló y saco mi polla de mis pantalones y comenzó a pajearme para ponermela dura. Cuando mi polla ya estaba dura me dijo: "yo vivo aquí con mi novio, córrete en mi cara antes de entrar a casa para que él lo pueda ver" y acto seguido comenzó a chuparme la polla de forma alocada, succionando como un aspirador, haciendo fuerte ruido de succión y frontándose mi polla por su cara mientras me volvía a pajear y se daba bofetadas en su cara con mi polla. Marta hizo que tuviera unas ganas tremendas de correrme otra vez así que no tardé en avisarla: "Marta me corrooooo….!" E inmediatamente Marta me comenzó a pajear con firmeza y con la otra mano, a sujetar mis huevos para apretarlos en el momento que la lefa comenzase a salir. Puso mi glande en su ...
... frente y comencé a correrme dejando que saliera un chorro espeso ya sin fuerza sobre la frente de Marta. Al notar el calor del semen en su frente, Marta comenzó a mover mi polla por toda su cara mientras iba emanando borbotones de semen que iban manchando su nariz, sus mejillas, su mentón, sus labios, e incluso sus párpados. Quería embadurnarse bien su cara con mi leche caliente por última vez mientras apretaba ligeramente mis huevos para que pareciera que quería todo el semen posible sobre su cara. Al terminar de correrme, Marta estrujó mi polla para sacar las últimas gotas que depositó sobre su mejilla. Me beso en el glande para dejarme la polla bien limpia y se levantó. No se limpió ni las manos, ni se quitó el semen de sus párpados. Sacó la llaves de su bolso y esperó a que me abrochase el pantalón y me fuera para entrar en casa. Cuando me fui hacia la escalera ella abrió la puerta, entró en su casa y pude escuchar un "hola Michele… Mira lo que me he dejado hacer…" A partir de ahí, cada uno que imagine lo que quiera. Fin Si quieres saber más sobre está historia o compartir relatos y confesiones escríbeme a la dirección [email protected] .