Aventura a escondidas con mi padrino... - Relatos Eróticos

Aventura a escondidas con mi padrino...

... demasiado rico, me daba fuerte pero sin pasarse tanto como al principio con los primeros pijazos. Yo solo gritaba de placer y le decía de todo como podía, "AY HIJO DE PUTA DALE, COGEME", "ESTO QUERIAS, NO?", y cosas del estilo que podrán imaginar, pero que no puedo verbalizar. Les juro que no tengo tantos recuerdos de ese momento.

Bruscamente, me sacó de ahí y me llevó a la misma cama donde habían cogido con Eve y que ni siquiera habían limpiado al parecer. Me puso en cuatro tal cual estaba, y la volvió a meter. Empezó de nuevo un mete saca terrible. Sonaba demasiado fuerte, me estaba matando.

"Sos mi nena puta?", me decía.

Yo no contestaba, no me salían las palabras.

Me daba una nalgada muy fuerte que resonaba por todo el hotel mas o menos y repetía:

"Dale pendejita, sos mi putita? o no te la bancas?"

"SI PAPI SOY TU PUTITA, COJEME MAS POR FAVOR", atinaba a decir.

Me agarré de las sábanas con toda mi fuerza, mordía la almohada que tenía a mi alcance, daba saltitos indicando que llegaba al orgasmo (ya había acabado como 5 veces ahí) y el hijo de puta no paraba, me seguía dando a los bifes prácticamente.

Empezo a bajar el ritmo y lo notaba muy agitado, ya iba a ser media hora que estabamos ahí garchando como animales y teníamos que volver con el termo con agua para que Eve no malpiense nada.

Me agarró de los pelos, me puso boca arriba frente a él, y se puso arriba mío. La puso de nuevo en mi entradita y ya deslizaba su verga. Cogimos en misionero un ...

... rato más. Era tremendo como sonaba, ya me dolía la pelvis y un poco las piernas de lo duro que me daba, era inaguantable pero demasiado placentero. Sonaba tipo plac, plac, plac. Parecían martillazos. Y él seguía, no sé como, diciendome guarangadas.

"Ayer le di la leche adentro a tu madrina, vos querés lo mismo putona?"

Yo ni respondía. Ni siquiera me cuidaba y ya había tenido sustos con posibles embarazos. Pero posta que acá no me importaba nada.

Lu empezó a gemir muy ronco y a bajar la intensidad repentinamente. Yo gritaba como una hija de puta, ya sin poder modular ninguna frase coherente.

Largó, fácil, 4 chorros adentro mío. Me hervía la concha de tanta leche caliente y espesa. Pero me sentía hecha, realizada, feliz.

Sacó la pija, se limpió con mi bombachita (que encima yo todavía la tenía puesta). Y me dijo descaradamente "oficialmente tengo dos putitas, madrina e ahijada. Andá a preparar el mate y acomodate esa tanga que la tenes toda corrida y se te ve el papo".

Me estampó un beso re rico, y terminamos chapando muy zarpado en el living. Me agarraba la cola con fuerza y me comía el cuellito. Yo le tocaba esa pija toda engomada que tenía. Lo bueno siempre tiene que terminar, y se nos había hecho tardísimo, y yo me acomodé como pude el pelo y la bikini. Preparé el mate como me ordenó y salimos del hotel. No había nadie en el pasillo por suerte porque seguro alguien escucho el escándalo que eran mis gritos.

Llevamos las cosas y casi ni hablamos en las 4 ...