Cazando una coneja - Relatos Eróticos

Cazando una coneja

... entendiendo su situación. La actriz volteó a ver al chico nuevamente y le dijo

“Creo que ya sabes mi respuesta, después de todo no solo tengo novio, sino que nunca he hablado contigo o tengo una amistad para siquiera considerarlo, espero lo entiendas” dijo la mujer dejando en claro su respuesta para que no haya duda alguna.

Shiro sabía que ella respondería algo parecido, pero aún así había decidido intentarlo, incluso si eso podría arruinar futuras oportunidades que podría tener con la actriz en el futuro. Lo hizo para poder quitarse el peso de encima y seguir adelante. El chico finalmente respondió

“Entiendo, Mai, lo siento por desperdiciar tu tiempo, hasta luego” y solo hizo un ademán de adiós con la mano y se fue sin darle tiempo a responder ya que le quedó claro que la mujer tenía el tiempo contado.

Saliendo del instituto fue directo al gimnasio, lugar en donde podría desahogarse y olvidar todo lo que pasó, pero incluso intentándolo, el sentimiento no se iba y cómo resultado, todo regresaba a él una y otra vez, recordando de forma constante todo. Es por eso que él lo que hizo fue intensificar los ejercicios y distraerse de esa forma, pero nada sirvió, concluyendo su rutina con un sentimiento de tristeza, impotencia y sobre todo, enojo porque las cosas no fueron cómo él quería.

Llegando a casa y luego de tomar un baño además de cambiarse, el hombre encendió la televisión y habiendo dejado la noche anterior un canal de la ciudad, se mostró un anuncio ...

... publicitario de Mai, rápidamente el hombre hizo zapping, pero el daño estaba hecho y con eso, se plantearía un objetivo, hacer que Mai sea suya para siempre.

La preparación de Shiro duró unos cuantos días. En todo ese tiempo estuvo consultando libros de química e informática. Tenía que preparar dos cosas, la primera sería el material necesario para dejar inconsciente a Mai y el segundo, el que la hipnotizaría.

Estuvo cerca de una semana instruyéndose en ambas materias hasta que finalmente alcanzó sus objetivos. Es por eso que en cuanto lo logró, repitió lo que hizo para su confesión quedándose hasta el final de las clases. Mai también lo había hecho, pero al estar usando su celular, no le prestó atención. En cuanto ella se puso de pie y comenzó a irse, él la siguió manteniendo su distancia, no queriendo ocasionar algún tipo de sospecha de su parte a la hora de seguirle los pasos. Él iba con su mochila, en donde tenía absolutamente todo. Mai fue un objetivo sencillo al estar gran parte del día mirando su celular y es por eso que pudo seguirla hasta su complejo de apartamentos. Al llegar lo que hizo fue correr sacar el pañuelo, impregnarlo de cloroformo y continuando con su plan, fue corriendo hacía ella. Debido a sus rutinas en el gimnasio llegar hacía Mai fue pan comido y sin darle tiempo para reaciconar le puso el pañuelo en la nariz junto con su mano en la boca. Ahí fue cuando Mai grito y forcejeó por unos momentos, en cuanto eso ocurrió, él hizo más fuerza y la inmovilizó ...