1. Amor inesperado de una joven casada. 5


    Fecha: 06/06/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dulceymorboso, Fuente: TodoRelatos

    ... lamerle la vagina y que se corriera en mi boca. Enseguida me escribió otro mensaje en el que me decía que nunca se había corrido de esa forma, que, cuando se masturbaba, tenía orgasmos pero nunca echaba chorritos como conmigo.
    
    Yo también quería saber qué había sido lo que más le había gustado. Me sorprendió y también me excitó, saber que lo que más le había gustado había sido lamerme el coño y que gritara cuando empecé a correrme mientras salía todo ese líquido disparado. Sentí reparo cuando terminó el mensaje diciendo que parecía una grifo cuando pones un dedo en él y el agua sale fuerte y que la había mojado toda. Me hizo reír su comparación. Nos despedimos no sin antes, decirme que cuando quisiera podía llamarla para, palabras textuales β€œ volver a lamernos β€œ .
    
    Al dejar el teléfono sobre la mesa tenía las bragas empapadas. Lo volví a coger y le mandé un mensaje a Carmen.
    
    β€œ Baja un momento, por favor. Te prometí que te avisaría cuando tuvieras ganas de masturbarme. Te necesito β€œ
    
    Enseguida bajó y me gustó verla aparecer por la puerta. Sin decirnos nada me llevó al salón y me sentó en el sofá. Me subió la falda y me miró al quitarme las bragas.
    
    - Estás empapada mi amor – hundió su cara entre mis piernas.
    
    Me corrí en segundos y limpiándose la barbilla mojada, me sonrió.
    
    - Me encantó que me pidieras que viniera a calmarte, cariño.
    
    - Gracias por venir, cielo – le dije aún temblorosa.
    
    - Tengo que subir, estaba haciendo la comida – me bajó la falda y ...
    ... me dio un beso – Ponte otras – me dijo señalando mis bragas tiradas en el suelo.
    
    Se fue enseguida. Agradecí que no me hubiera preguntado el motivo de que estuviera tan excitada.
    
    ……
    
    El martes estaba en casa recogiendo el piso y pasando la aspiradora, cuando llamaron a la puerta. Sabía que Carmen no podía ser porque había ido a junto de su hermana y al abrir la puerta me quedé sorprendida al ver que era Eduardo. Al ver su rostro serio temí lo peor y lo primero que pensé fue que quizás se había enterado de lo mío con su mujer.
    
    - Hola, Eduardo – intenté aparentar tranquilidad – Pasó algo?
    
    - Hola, Mónica – me respondió – Perdona que venga sin avisar pero aprovecho que Carmen no está. Te importa si hablamos un momento?
    
    - Claro, pasa – me aparté de la puerta para dejarlo entrar – Estaba pasando la aspiradora.
    
    - Si, ya escuché el ruido.
    
    - Siéntate, por favor – le dije nerviosa – Quieres un café?
    
    - Si tienes hecho, te lo agradezco – me dijo mientras se sentaba en el sofá.
    
    - Si. Espera que ahora lo traigo.
    
    Creía que me iba a dar un ataque al corazón. Tuve que respirar profundo varias veces antes de volver al salón con las tazas del café. Me temblaban las piernas y me senté a su lado.
    
    El también parecía nervioso. Yo solo deseaba que esos nervios fueran por volver a verme ya que hacía como diez días que no coincidíamos y la última vez fuera aquel sábado que habíamos estado juntos delante de Carmen. Quizás el motivo también fuera que desde que había ...