LA PANDILLA DEL GATO NEGRO. ENTREVISTA DEL SEGUNDO RECLUTA
Fecha: 14/06/2025,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Fetichismo
Gays
Autor: JuanaLoca, Fuente: SexoSinTabues30
Después de las preguntas de rigor para identificar al segundo entrevistado, la pregunta que debió responder extensa y verazmente fue el relato de su iniciación sexual que, por cierto, debía ser orientada al género masculino.
Bueno, mi iniciación ocurrió a muy temprana edad. Mi madre debía trabajar ya que era adre soltera. Mi padre nunca apareció en mi corta vida ni tampoco ahora.
Me dejaba en casa de una vecinade buena voluntad a quien mi madre retribuía con el lavado de su ropa cada vez que era requerida.
En la casa del lado, vivía un militar retirado que se ocupaba de administrar las propiedades que se arrendaban en el vecindario. Casi siempre estaba sentado en el antejardín fumando su pipa. Era bajo aunque de complexión recia, hombros anchos y unos gruesos bigotes que cubrían su boca. Pasaba por delante de él y agachaba la cabeza para no tener que saludarlo. De verdad no sé si por temor, pero sí me inquietaba bastante.
Una tarde que había ido a hacer un mandado a la señora Fresia, al pasar delante de la casa, sentí que me llamaba:
-Muchacho, ven, acércate.
-Sí, señor.
-¿No sabes saludar? Siempre pasas por acá y me ignoras.
-No,señor, Es que pensé que yo no le caía bien…
-¿Y por qué dices eso?
-Bueno, ideas mías.
-Ven, pasa. No tengas miedo.
Tímidamente, ingresé a la vivienda y cuando estuve cerca de él, me tomó la mano.
-¿Ves, que no hay razón para tener miedo?
-No, señor.
-Entonces ¿Quieres pasar y tomar algo? Estoy siempre ...
... solo y no tengo con quien conversar.
Me sorprendió un poco su insistencia, perosentía que tenía un raro interés y eso me llamaba poderosamente la atención.
Fui rápidamente a entregar a doña Fresia su encargo y le dije que don Rémulome necesitaba.
Salí apresuradamente y sin saber por qué mi corazón saltaba en forma desmedida.
Un presentimiento me inquietaba y a la vez me impulsaba a saber qué era lo que me provocaba ese señor.
-Ah, veo que cumpliste tu promesa. Eso merece un abrazo.
Sentí su apretón contra su cuerpo. El olor del tabaco de su pipa me produjo una especie de excitación.
-Ven, muchacho. Sentémonos acá. Me llevó hasta un amplio sillón en la sala de estar. Sin embargo, cuando iba a sentarme, me tomó en brazos y me sentó en sus rodillas.
Mi corazón dio un vuelco y me estremecí.
-Tranquilo. No pasa nada. Me tranquilicé.
Así estuvimos un buen rato. Era agradable sentir su calor corporal y ese aroma de tabaco que me hacía pensar en aventuras en parajes lejanos.
De pronto siento que su mano se posa en mis muslos desnudosy empieza a deslizarse lentamente hacia mis nalgas. No hago nada. Estoy quieto y ansioso de saber qué va a pasar.
Esa mano caliente se pasea en mis nalgas y no puedo rechazar esa caricia que es un anticipo de algo más. ¿Pero qué va a pasar? Mejor dicho qué es lo que quiero que pase. ¿Qué hará?
De pronto esos pensamientosson interrumpidos por una caricia en la puerta de mi culito. Al sentirse tocado, se contrae, pero mi ...