1. Ayudando a Mamá (03).


    Fecha: 20/09/2017, Categorías: Incesto Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos

    ... una teta. Le di besos en el cuello mientras le daba con fuerza haciendo rebotar mi cuerpo contra sus redondas y firmes nalgas. Ella gemía con ímpetu. El saber que le estaba dando tanto placer me incentivó aún más, puse más énfasis en mis movimientos hasta que sentí la descarga sexual. Seguramente no solté mucho semen ya que hacía poco había acabado, pero la sensación fue increíble. Mi mente se nubló por unos segundos mientras parecía que toda el alma se me salía por el pene. Caímos rendidos los dos y quedé abrazada a ella, recuperando el aliento. Su pecho subía y bajaba rápidamente al igual que el mío. Noté como mi miembro se achicaba de a poco aún en el interior de la vagina. Esta vez mi mamá si intentó ponerse de pie y yo le di lugar. Me miró con preocupación. - Que esto no se repita nunca – me dijo seriamente, parecía asustada. - Está bien… - no soné muy convincente, ella dio media vuelta para irse – esperá mamá, no te enojes. No quiero que pase lo mismo que la otra vez. - No estoy enojada – me dijo volteando para verme – sólo necesito estar sola un rato. Hasta mañana. Me quedé sentado en el sillón bastante consternado, por un lado sentía una inmensa felicidad en mi interior ya que mi primera experiencia sexual verdadera había sido con mi madre y la había disfrutado muchísimo. Pero por otro lado me preocupaba mucho qué podría estar pensando ella y también pensaba en sus firmes palabras “Que esto no se repita nunca”. A la mañana siguiente me levanté esperando encontrar a ...
    ... mi madre tan disgustada como lo había estado luego de la fiesta. Para colmo era sábado, ninguno tenía actividades de fines de semana, eso quería decir que teníamos dos días muy tensos por delante. En cuanto estaba entrando a la cocina para preparar mi desayuno me quedé sorprendido al recibir un beso en la mejilla. Era mi madre me quedó mirando con una radiante sonrisa, estaba envuelta en una fina bata que usaba para dormir, sus pezones se marcaban sobre la tela negra y podía ver sus piernas casi completamente. - Hola mamá… creí que estarías… - ¿Enojada? No lo estoy, intento tomarme la vida con alegría, porque deprimirse es muy fácil y lo difícil es ponerse bien otra vez. Pero igual tenemos que hablar. Accedí y nos sentamos en una pequeña mesa en la cocina a conversar mientras desayunábamos. - Mirá Nicolás. Eso de que pasó ayer, ya pasó. Cuando te dije que no quería que se repita lo dije muy en serio… y lo sostengo – asentí con la cabeza – anoche me quedé pensando, y mucho. Fue algo muy fuerte para mí. - Para mí también – aseguré – pero ya habían pasado cosas antes y… - Lo que había pasado antes no fueron más que “jueguitos” o locuras del momento. Lo que pasó anoche fue muy diferente. Me costó mucho asumirlo. Una cosa era tener jueguitos sexuales y otra muy distinta fue consumar el acto sexual completo. Eso es incesto Nicolás – por primera vez veía la gravedad del asunto, la palabra “incesto” nunca se me había cruzado por la cabeza. Ella notó mi preocupación y continuó hablando ...
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