Servicio Mecánico a Domicilio - Relatos Eróticos

Servicio Mecánico a Domicilio

SERVICIO MECANICO A DOMICILIO

Esa tarde, mi papa ya no pudo encender el auto, así que sin más remedio llamo al servicio Mecánico a Domicilio. Al poco, llego el mecánico a revisar el auto. Más tarde, mi papa se tuvo que ir así que me dejo al pendiente del auto.

Mientras el mecánico hacia su trabajo, de vez en vez volteaba a verme las piernas, ya que llevaba yo la faldita del Cole y era algo corta, así que dejaba ver todos mis encantos, cosa que el mecánico no quería desaprovechar y miraba cada vez que podía muy disimuladamente.

Yo solo le sonreía muy coqueta sin decir palabra, así que al poco, el hombre ya me miraba de lo más descarado. El mecánico era un hombre mayor, de buen cuerpo, debido al trabajo, se notaba muy rudo. Me platico que era viudo. Su mujer había fallecido hacia unos pocos años y desde entonces no había estado con alguna mujer, así que se le caía la baba nomas de mirarme, haciéndose ilusiones, me imagino.

Más tarde, lo invite a pasar a la cocina para que tomara una bebida y alguna botana, ya que había venido a ver el auto y aún no había comido. Se sentó y al acercarme para servirle, me rozaba las piernas con su enorme mano. Yo me estremecía todita, así que no le decía nada. Así que cada que le servía algo me rozaba las piernas.

Yo solo le sonreía nerviosa, sin saber qué hacer, aquella situación era novedosa para mí y no sabía cómo comportarme. En una de esas, de plano me metió la mano bajo la falda y apretándome las nalgas me dijo:

~Tu ...

... novio te ha de disfrutar de lo más rico, estas bien buena mocosa~

~Y a pesar que estas bien chica, se te nota que eres una putita de lo más caliente~ seguía diciendo el pervertido ese.

Me puse toda colorada y mucho más nerviosa. Jamás nadie me había hablado así, tan descarado. Pero me sorprendió que, en lugar de molestarme, me gustaba que ese hombre me hablara así, me hacía sentir deseada.

~Pero señor, que cosas dice, como se le ocurre? Ni siquiera tengo novio, le decía sonriendo nerviosa y coqueta a la vez.

~Como? ¿No tienes novio? No te creo. Una nenita caliente como tu necesita un hombre a su lado. Debes tener cientos de pretendientes~ me decía incrédulo.

Sorpresivamente, hasta para mí, me escuche diciéndole ~es que a mí me gustan mayores, los chicos de mi edad no me atraen~ No podía yo creer lo que acababa de decir. Al parecer el hombre tampoco.

~De verdad nenita?, eres muy chica para estar con hombres mayores. ¿Te gustan, así como yo? ~ me decía el ahora ya muy nervioso el también.

Nuevamente me quede helada al oírme decirle tímidamente y algo avergonzada ~ Si ~.

Entonces, el hombre sin más, sin decir palabra, me metió nuevamente mano bajo la falda acariciándome la pierna por la parte interior de mis muslos. Yo, sin pensarlo, me abrace a él, rodeándole el cuello con mis brazos, tal como lo hacía con mi papa, mi Tío y mi Abuelo desde que era más chica.

El hombre, ya con más confianza, con los dedos toco mi sexo por encima del panty y cuál sería su ...