las vacaciones en el pueblo parte 2 - Relatos Eróticos

las vacaciones en el pueblo parte 2

... senté en el sofá exhausto, lo que Loli aprovechó para limpiar los pocos restos de semen que quedaban en mi miembro.- madre mía, primo, pero que barbaridad, pero cuantó tenías acumulado, joder, si parece que me hubiera pintado las tetas de blanco, la leche- dijó ella asombrada.Pasado unos minutos y después de descansar los dos, ella dijó que iba a ducharse, yo le dije que OK, y mientras su culo se balanceaba mientras subía las escaleras, una pregunta mía hizó que se riera- Oye, Loli, el polvo ha estado genial, pero la comida estará hecha, ¿no?.Los siguientes días transcurrieron normal, sin ninguna novedad (Sí, sé lo que estaís pensando, pero tampoco era cuestión de estar follando todos los días). El sábado por la noche, antes de dar una vuelta por el pueblo, mi tía le dijó a mi prima que mañana la tenía que acompañar al hospital, ya que le hacían la primera revisión a su padre y él quería que ella estuviera. Nos arreglamos un poco y salimos a dar una vuelta, hasta que llegamos a la plaza donde estaban las otras chicas. Lo del sábado anterior había tenido su efecto, y los padres no dejaban solas a las chicas, así que sólo pudimos charlar, lo que me sirvió para enterarme de porque demonios esos tres bellezones estaban en ese pueblo (Pilar por un desengaño amoroso, Susana pasaba el mes de Agosto allí, y Marta estaba castigada por sus malas notas), estuvimos un rato, hasta que los padres se fueron y las chicas con ellos.Acompañé a mi tía y a mi prima al hospital, saludé a mi tio, ...

... y volví al curro. Estaba terminando de colocar el último armazón de las ventanas, cuando ví una figura femenina que se acercó a la casa, cuando estuvó más cerca, me dí cuenta que era Susana, y pensé que que se le había perdido por aquí. Le dijé que se esperara, y bajé; me dijó que si podía ir a su casa para ver una cosa que había pasado, le contesté que sí y nos dirigimos allí (El pueblo era tan pequeño que te lo podías recorrer en apenas media hora). Se les había desprendido una parte del techo del dormitorio de los padres, les dijé que iba a por los materiales y volvía. Susana se ofreció a acompañarme por si no podía traerlo yo todo, por el camino, me fijé detenidamente en ella, su pelo rubio de media melena, estaba un pelín delgada, pero tenía unos pechos y un culo apetecibles. Llegamos a la casa, y mientras recogía los materiales que necesitaba, Susana empezó a curiosear por la casa, preguntando por todo lo que veía y no entendía, hasta que en un momento dado, oí un grito.Fuí hacia donde había oido el ruido, y al llegar, toda la parte superior del cuerpo de Susana estaba empapada de agua.- ¿pero, que has hecho, chiquilla?- pregunté- No sé- dijó ella- he cogido esta manguera y al girarla un poco, fíjate cómo me ha puesto.En ese momento, me fijé en que por la camiseta mojada se transparentaban dos pechos medianos y con los pezones que querían romper la camiseta. Ella notó cómo la miraba, pero no dijó nada, y le dijé:- Será mejor que te la quites, a ver si conseguimos que se ...