La mamá de mi amigo se deja
Fecha: 10/07/2025,
Categorías:
Hetero
Sexo con Maduras
Autor: RelatosXxX, Fuente: SexoSinTabues30
Mi nombre es Damian, tengo 16 años y hoy voy a contar como me cogí a la mamá de mi mejor amigo. La cosa es asi, era un sabado y estábamos de vacaciones de verano, asi que mi mejor amigo Martin me invitó a su casa a dormir, como soliamos hacer seguido. Ese dia fui a eso de las 7 de la tarde, me llevó mi mamá.
Fue una juntada normal, como las demas, jugamos a la play e hicimos cosas de adolescentes, nada del otro mundo. A las 1 de la mañana apagamos todo y nos acostamos a dormir, en realidad él durmió… porque para mi fue imposible, tenia la verga durisima.
Y era algo que me pasaba casi siempre que iba a esa casa, la culpable era Cecilia, la mamá de Martin. La tuve asi desde que la vi hasta ese momento, no se me bajó nunca. Ella tiene 39 años porque se embarazó joven, rubia de ojos verdecitos, en una excelente forma física, alta y culona. A mi me encanta.
Para colmo ese dia llegó una hora despues que yo porque estaba en el gimnasio, llegó toda sudadita y agitada, cuando me saludó pude sentir su olor corporal y eso me excitó muchisimo. Despues se bañó y salió del baño con ropa livianita, peor todavia.
En fin, no podia dormir, la unica forma de calmar a mi amiguito era hacerme una paja. Sigilosamente me fui al baño, me paré con la verga fuera del pantalón apuntando al lavamanos, enfrente del espejo. Empecé a pajearme como loco, parecia que iba a arrancarme la verga, no me daba más el brazo. Estuve asi como 5 minutos al maximo ritmo posible porque queria acabar rapido, ...
... pero no podia, seguí mandandole a ver si lo lograba. En medio de la paja me di cuenta de algo increible, al lado del inodoro, tirada en el piso habia una tanga negra. La levante rapidamente y la olí…. era una tanga usada de Cecilia. Era la que habia usado para ir al gimnasio ese dia, todavia estaba algo sudada, olia estupendo.
Para alguien fetichista como yo, eso era el paraiso, seguí pajeandome mientras olfateaba esa rica tanga a más no poder. Parecia funcionar, cada vez me sentía más cerca, sentia que en cualquier momento mi verga iba a explotar. Me ví en el espejo a mi mismo un segundo y estaba rojo, no daba más de excitación. En ese momento la puerta del baño se abre.
-Que te pasa? Estas bien?
La habitación de Cecilia estaba al lado del baño, se ve que no me di cuenta del volumen de mis gemidos o algo, pero ella se despertó. Preguntó eso mientras abria la puerta, pero cuando vio lo que estaba haciendo, se quedo callada sin entender. Asustado tiré la tanga al suelo y guardé mi verga casi dormida ya del susto. Me quedé en silencio mirando el suelo esperando a que me golpee o que me insulte, cualquiera de las dos cosas me las merecia. Pasaron 5 segundos y no hizo ni dijo nada, levanté la mirada para mirarla.
Me estaba mirando, pero más que enojada diria que tenía una expresión de preocupación o curiosidad.
-Perdon Cecilia, se me fue la mano.
-Mmhh no te preocupes… Es re normal que hagas… eso, a tu edad.
Parecia que lo decía avergonzada ella tambien, pero ...