Fidel y sus maduritas 6
Fecha: 18/07/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Eusebnarra, Fuente: TodoRelatos
Fidel y sus maduritas 6
Íbamos a pasar de las frivolidades a otro polvo sin complejos, la mejor tarde de mi vida. Prepare la cama para que estuviera cómoda, la pierna bien colocadita y mullida, para intentar amortiguar los rebotes que se venían y disfrutar al máximo. Ahora solo quedaba...FOLLAR. Mi polla no necesitaba excitación, ya estaba como una barra de acero y creo que ella tenía lubricante natural allí abajo, así que nos acomodamos, nos miramos y con un gesto de ella la guie hacia su cueva y la metí de un tirón.
-Mmmm, que fuerte empiezas, ve despacito primero y yo te aviso de lo que quiero ¿vale?
-Como quieras, tú eres la estrella que me guía.
-Adelante marinero, llévame a Puerto Orgasmo una vez más.
Era la ostia follar con esta mujer, ordenaba, incitaba, bromeaba, excitaba, se merecía un buen orgasmo una vez más y de eso era yo el encargado. Empecé con penetraciones lentas pero profundas, rítmicas, pero que solo nos hacían sentir el roce de la carne lubricada por mi esperma, estábamos tumbados el uno sobre el otro y nos besábamos tiernamente, sus manos en mi cabeza acariciándola, las mías abrazándola. Me llevo el oído a su boca y susurrando me pidió que acabara golpeando, que fuera más seco el golpe final. Seguí al mismo ritmo pero con golpes en su coño, plac, plac, plac, de vez en cuando se mezclaba con el chapoteo de los fluidos que salían con los mete y saca, empezó de nuevo a morderse el labio inferior, era el gesto de que todo marchaba, procuraba ...
... controlarme para durar más, aunque habiéndome corrido ya dos veces, no me costaba retrasar lo inevitable. “Más rápido nene”, con voz ansiosa di paso a un golpeteo más rápido, el potro cubría a la yegua al trote, el chapoteo era más sonoro y sus gemidos empezaron a subir de volumen. “Sigue así, sigue, sigue” como martillo pilón enterraba mi polla en su coño golpeando al final, plac, plac, plac, salir y entrar en su lubricado y apretadito coño era un placer, ver su cara abandonada a sentir mis pollazos en su cueva un deleite que no deseaba terminar.
-Mmmm, súbeme la pierna y dame más fuerte, dame maaaaasss. No vayas a parar ahora.
-Sí, toma polla, ¿te gusta cómo te bombeo tu coño? dímelo o paro.
-Ni se te ocurra cabrón, levántame la otra, quiero escuchar como suenan mis cachas con tus embestidas.
Era verdad, sus generosas nalgas daban una sonoridad a cada envite espectacular, con las dos piernas hacia arriba entre las que coloque mi cabeza, apoyadas en los hombros, me encontré con un apoyo suficiente para incrementar el ritmo un poco más, ella estaba en una postura un poco forzada pero no parecía importarle por los cada vez mayores gemidos y quejidos gozosos que emitía, al estar nuestros cuerpos más separados se sobaba sus pechos con ambas manos, pellizcándose los pezones, tirando de ellos, retorciéndoselos. Yo estaba gozando como un cabrón, ver a una mujer disfrutar totalmente desinhibida es lo mejor que te puede pasar y lo estaba disfrutando.
-Más fuerte, dame ...