Mi ex vs mi novio (parte 8) - Relatos Eróticos

Mi ex vs mi novio (parte 8)

Ambos temblaban como posesos. Ansiosos y algo asustados ante la primera felación que harían.

Se miraron a los ojos, encendidos, dispuestos a convencerse a sí mismos y al rival de que eran los mejores amantes para mí.

Se recostaron de lado, con las piernas en ángulo recto, mirándose en direcciones opuestas.

Ambos se relamieron y sintieron un escalofrío al advertir el olor masculino que emergía de sus entrepiernas.

Sebastián acarició la cabeza del pene de mi novio, quien descendió para besarle la ingle. Mi ex se estremeció y ambos comenzaron un juego de suaves besos, lamidas y succiones en la ingle y el escroto.

Ambos recordaron cuánto les gustaba lo que yo les hacía. Entonces, Ariel comenzó a recorrerle las bolas con la punta de la lengua, suave y lascivamente, mientras que Sebastián se metió uno, después el otro huevo y succionó.

Ambos comenzaron a sacudirse y a gemir. Mi novio esgrimió el falo rival, enhiesto y venoso, para hacerle una lamida casi desde el culo por la bolsa para detenerse en la base del falo. Sebastián se estremeció y comenzó a besar y succionar el inflamado miembro, de costado, mientras con una mano le acariciaba las bolas.

Ambos se sintieron en el paraíso. Las sensaciones que se provocaron eran indescriptibles y se acercaban con violencia hacia un nuevo orgasmo.

Sus cuerpos comenzaron a estremcerse en una febril batalla de voluntades, cada uno intentando dar más placer del que recibía. Ariel succionó el pene completo de Sebastián, ...

... mientras que este comenzó a hacer lo propio solo con la cabeza, recorriéndola con la lengua. Los dos estaban en llamas y se sentían sucios y morbosos, pero ninguno quería parar.

Mi novio notó que su cuerpo comenzaba a traicionarlo y tuvo miedo, pero lo que no sabía era que mi ex estaba igual. Ambos comenzaron a mamarse con fruición, engullendo tanto falo como podían, subiendo y bajando para dar y recibir placer.

Mi novio tenía el miembro rival con una mano, mientras lo trabajaba con la boca. Su mano libre estrujaba las bolas de su némesis.

Mi ex, en cambio, chupaba como loco, pero con su mano libre le estrujaba una de las nalgas, con la yema de los dedos muy cerca del ano.

-No pares puto!!!

-Vos tampoco, putito!

-Ya sos mío!

-Vos sos mío!

Ambos jadeaban e intentaban contenerse, hasta que mi ex no pudo más y se dejó fluir en la boca de mi novio, quien sintió un repentino ahogo y una arcada, pero que continuó ordeñándolo, a pesar de lo visceral de la felación de mi ex, quien lo empujó al abismo y a los pocos segundos, también descargó su semen en la boca rival.

Ambos continuaron chupándose, en un intento por ordeñar tanta leche del enemigo como pudieron y cuando los exhaustos miembros comenzaron a empequeñecerse, ambos se sentaron para tomarse por el rostro y sellar sus labios para compartir sus propios fluidos.

Ariel sintió la barba de tres días contra las palmas de sus manos, mientras las lenguas bailaban juntas en su boca. Sebastián disfrutó del ...