Cómo le quité la virginidad a la prima de 7 años (parte 1)
Fecha: 26/07/2025,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Jim St, Fuente: SexoSinTabues30
... comprando en un supermercado lejos de allí, y su abuela durmiendo en un sillón del comedor… Ahí fue cuando ataqué.
A Laia le encantaba jugar con móviles, consolas de sobremesa, portátiles… Todo lo que fuera un mínimo videojuego se lo pasaba bien y se distraía de todo.
—¿Tienes juegos en tu móvil? —me preguntó yéndome a buscar en mi habitación.
—Sí, pero ahora lo estoy usando yo —le dije, no pensé en nada sexual en ese momento, simplemente no quería que me dejase a mi sin ver los vídeos de YouTube de una serie que me había enganchado.
—Porfa, porfa, porfa, porfa, porfa —esas fueron sus únicas palabras hasta que cedí dejárselo.
Entonces se me encendió una bombilla en la cabeza, le pedí que cerrase la puerta de mi habitación y se sentase encima de mis piernas que quería ver cómo jugaba. Me obedeció a la primera, se sentó en mis piernas y empezó a jugar a un juego, yo en ese momento solo le pasé mi mano por la espalda, debajo de la camiseta que llevaba, para darle un masaje tranquilo, hasta que, poco a poco, fui bajando lentamente hasta llegar a la cintura de su pantalón. Como llevaba pantalón de deporte elástico me sería muy fácil retirarlo.
Antes de eso, usando mis dedos a modo de pinzas, retiré hacia atrás un poco el pantalón de la zona de atrás junto a sus bragas, y vi desde arriba unas nalgas vírgenes y suaves, las quería tocar.
Poco a poco, con un dedo, metí mi mano lentamente debajo del pantalón de Laia, justo por detrás, donde estaban sus nalgas, ...
... ella no dijo nada entonces, hasta que el dedo se metía por debajo de la braga y notó como mi dedo tocó su ano.
—¡Eh! Eso no se toca —me dijo intentar mostrar enfado, pero a mí me dio ternura, le sonreí y le pregunté:
—¿Por qué no se toca? —sabía que no era consciente de lo que yo estaba haciendo ni el intento que había detrás de todo aquello. Así que no me pudo responder, solo se rió sonrojada y volvía a fijarse en el juego, yo seguí metiendo mi dedo abajo y toqué, sin ver dónde estaba apuntando, el ano de Laia de 7 años. Intenté meter el dedo a la fuerza pero al intentarlo un povo;
—¡AU! Para —y se levantó un poco para apartar mi dedo de la zona afectada.
Yo apenas le hice caso, la puse sentada en la cama, me puse delante de ella y empecé a repetir el proceso que hice antes con el ano pero ahora en la zona de delante.
Laia no dijo nada hasta que toqué la primera parte de su vagina, se rió mucho por las cosquillas pero de nuevo se apartó
—Eso sí que no te dejo tocar —me dijo a regañadientes mientras se levantaba y se ponía en medio de la habitación de pie.
—Lo siento —me se ocurrió algo—, ¿Quieres tocarme tu lo mío? Así estamos en paz.
Laia me miró a los ojos, medio sonriendo y con vergüenza, y se dirigió hacia mí y con su mano tocó mi erecta polla por encima del pantalón. Se le escapó una risa nerviosa, la cual me puso más caliente, y le guíe un poco más.
—Yo te he tocado sin pantalón, tú deberías hacer lo mismo.
Al principio no quería, pero poco a ...