Una tarde en casa de mi prima Elena
Fecha: 29/07/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: jc2020, Fuente: CuentoRelatos
... reconocimiento de cuerpos, actitudes y deseos.
Aproveché que yo estaba de pie, para retirarle la camiseta que tenía puesta, por fin podía ver aquellos pechos, los que eran un deseo para más de uno en la familia. La tumbé en el sofá, le quité el pantalón corto que llevaba puesto, solo se quedó en bragas. Me tiré sobre ella, y busqué aquellos pechos, mis manos jugaban con su coño, mis manos acariciaban su ya humedecido coño. Me deslicé hacia abajo, para comer esa parte de su cuerpo, que aroma sentí cuando me acerqué para saborear su húmedo coño. Moví a un lado esa braguita, el aroma estaba en toda la habitación, creo que en ese momento nos habíamos olvidado de mis tíos.
Ella gemía cada vez más, yo tenía un ojo en su cuerpo, y otro en la puerta de la entrada, aunque si alguien entraba a la casa, no me daría tiempo a nada, me pillarían en plena lamida de coño. Ya en esta escena, nada nos importaba, gemíamos de placer. Mi lengua recorriendo su húmedo coño, esta parte de su cuerpo, que para mi suerte, me lo había encontrado depilado, completamente rasurado. Creo que estaba listo para su novio, pero se lo perdió, ahora me lo estaba comiendo yo, lo que puede cambiar una llamada, esto se convirtió en una ventaja para mí.
Le retiré la braga que era lo único que cubría su cuerpo, ahora sí que la tenía completamente desnuda. Ella ahí tirada en el sofá de su sala, gritando como una loca, pidiéndome que le metiera mi lengua, que mordiese su clítoris, quería correrse, quería ...
... correrse ahí, era una fantasía que tenía en la cabeza. Yo succionaba aquella parte de su cuerpo, mi lengua, hacia grandes esfuerzos para mantener cachonda a mi prima. Sus gemidos, espasmos y contracciones eran una completa locura, yo disfrutaba viendo a Elena, yo lo disfrutaba. Un estremecimiento de su cuerpo, dejo en claro que le había llegado un calambrazo de placer, estaba con los ojos desorbitados y balbuceando palabras.
Pasamos aquel trance, y le restregué mi verga, asomé la punta de mi erecto pene en su coño, ella lo recibía con mucho placer, es como si llevase un montón de tiempo, esperando que alguien la follase. El frote, en la entrada de su vagina, ir metiendo mi polla despacio y de a pocos la estaba volviendo loca, me pedía que la follase, que la penetrase, que le meta toda mi verga en su coño, sus manos guiaban mi verga a su húmeda vagina. Ahora sí que la metí toda, el mete y saca fue más fuerte, más rápido, más intenso, se sentía tan bien estar dentro, un coño estrecho, rosado, depilado, húmedo. Esto estaba más que pagado, no me importaría haber perdido la tarde en casa de mis tíos, no importaba si no me pagaban la carrera.
Mi verga saltando de su vagina, estaba muy mojada, lo que era inevitable que causara esa salida de dentro suyo. Sus labios vaginales rosados por el rítmico movimiento que llevábamos, era una pasada ver su estrecho agujero en esta escena. Cada vez que podía, le metía unos lengüetazos a su húmedo coño, se sentía un sabor algo extraño, no lo ...