¿Qué puede pasar en un intercambio? (2 y última)
Fecha: 30/07/2025,
Categorías:
Hetero
Infidelidad
Intercambios
Autor: Felix69, Fuente: SexoSinTabues30
... de cornudos y todos reímos felices imaginándonos con una cornamenta y dejando claro que nos agrada la que portamos. Al terminar la comida pedimos el café, el cual concluimos y pasamos de nuevo a la pista de baile, cada uno con su consorte para calentarle la cena al amante. Al regresar a la mesa, están servidas cuatro copas de Brandy, las cuales tomamos mientras esperamos saldar la cuenta del restaurante. Mi marido se apropia de ella para pagar, Mario replica, pero Miguel le dice “Yo pago, tú pagarás por mí esta noche”. “¿Qué te pasa? ¡No soy objeto de cambio!”, responde Laura molesta. “No lo dice por ti, mi amor, Miguel me está exigiendo que esté a su altura con Gloria y yo sabré corresponderle”, explica Mario y le da un beso en la frente. “¡Cuidado, no te vayas a enterrar un cuerno!” responde Laura con una sonrisa. Nos levantamos. Miguel le ofrece mi mano a Mario y éste le da la de Laura a mi marido. Afuera nos dan los autos y partimos a nuestros respectivos hogares tomados del brazo del amante.
Yo voy feliz porque le daré a Mario una noche de desvelo y cansancio, pero sé que Laura tendrá una cogida como las que mi esposo sabe dar y procuro no pensar en ello porque yo también tendré un macho enjundioso entre mis piernas…
Al llegar a mi casa, después de cerrar la puerta, nos damos un largo beso donde las manos recorren los puntos del otro con los que habíamos jugado en el auto hasta mojarnos las ropas. Seguimos muy húmedos en nuestros sexos y se impone desnudarnos uno ...
... al otro. Al quedar sin ropas, enciendo el aparato de música y bailamos muy pegados.
El presemen en el glande de Mario me recorre bajo el ombligo al ritmo con el que le muevo sus huevos, su mano derecha me revuelve los vellos hasta que uno de los dedos entra en el charco que tiene mi vagina. Abrazados con nuestra mano izquierda recorremos la nuca y el pelo para juntar nuestros rostros en un beso, lamiendo labios y lengua ajenos. Tomo el tronco de Mario y lo meto suavemente, moviendo las piernas al ritmo del baile y me penetra deslizándose entre mis labios inferiores.
–¡Ah…! –Expela mi boca en un suspiro cuando me cuelgo del cuello y lo atenazo de la cintura con mis piernas.
–¡Qué rica está mi chichona! –exclama Mario al tomarme de las nalgas e iniciar el sube y baja de mi cuerpo.
Siento un orgasmo que se manifiesta en un escurrimiento de mis jugos, araño la espalda de mi amante mientras mis orgasmos siguen, acompañados de mis gritos. Estoico, Mario sigue subiendo y bajando mi cuerpo cada vez más rápido, sin quejarse de mis araños, sin eyacular para mantener el temple de la turgencia que me recorre a lo largo en el interior, acariciando mi punto “G” en cada embate hasta que me desparramo entre sus brazos porque ya no aguanto tanto placer.
Así, ensartada, me lleva hacia la alcoba, el río de mis flujos le baña los huevos y se le escurre por las piernas. Me coloca con suavidad de espaldas en la cama y mis piernas cuelgan en la orilla. Me besa las chiches, entre abro ...