Sandra esclavizada. Prueba de fuego (3) - Relatos Eróticos

Sandra esclavizada. Prueba de fuego (3)

... permitían usarlas para nada, haciendo que básicamente tuviera muñones inútiles por manos. Sandra se sentía tan humillada que ni podía luchar contra su raptor. Su vergüenza iba aumentando cada vez más sobretodo por el creciente charco que estaba dejando sobre la silla en la que estaba sentada. Un charco que estaba ocultando a Turner pero que sabía que significaba algo muy profundo, era el principio de su final.

Turner encerró también la cabeza de Sandra dentro de una de estas bolas metálicas, dándole una apariencia casi de submarinista, pero sin quitarle para nada la mordaza de su boca. Se aseguró de que tuviera puestos los preciosos tacones que trajo y las liberó completamente de la silla. Cuando Sandra se levantó patosa de la silla Turner descubrió el charco de fluidos vaginales que había dejado atrás ella, pero no dijo nada. Sandra imaginó que le estaba llevando fuera, porque no era capaz de ver nada, pero sabía que estaban subiendo escalones. Sandra y Turner pararon en un sitio. Sandra sabía que estaban en el granero por la textura del suelo que pisaban. Sus manos estaban atadas a be su espalda aún, con los codos forzados a mantenerse juntos.

Turner la obligó a subir a un pequeño taburete de madera, era muy pequeño y a penas podía mantener el equilibrio.

-Puta, estás en el granero, por si no te habías dado cuenta. Tú hoy pasarás por la prueba definitiva para demostrar que eres mi esclava, que, al menos, te puedo confiar ciertas tareas. Ahora estás depie sobre este taburete, cierto? Muy bien. (Turner le coloca una soga al cuello a Sandra. Muy apretada.) Si quieres, puedes hacer que todo esto acabe ahora mismo. Ya sabes cómo. No te juzgaré. Volveré aquí en 24h. Espero verte aún depie sobre este taburete.

Turner, sin decir ni una palabra más, se marchó. Sandra empieza a llorar.

(Dadme ideas en los comentarios o a mi correo sobre qué debería hacer Sandra)