Acompañantes - 4 - Henry - Relatos Eróticos

Acompañantes - 4 - Henry

... del otro lado del patio, una vez acomodado, vuelva Ud. Aquí que le daré las instrucciones de ejercicio que deben practicar la tropa.

- A la orden Coronel, ordena alguna cosa más?

- Vuelva de inmediato que necesito darle unas instrucciones importantes. Puede retirarse.

Rápidamente me retire, y tras ordenar mi petate y artículos personales en el lugar que me habían designado me presente nuevamente ante la Coronel Vázquez., la encontré sentada tras la mesa me pidió que me acercase y que me agachase, cuál fue mi sorpresa era que se había desnudado de cintura para abajo mostrando todo su sexo limpio y rasurado y me dijo con voz de mando.

- Eso que estás viendo es mi sexo, te ordeno que me hagas un cunnilingus todos los días a esta hora, será la única relacion sexual que tendrás con mi persona y el ejercicio diario que le harás a cada miembro de la unidad, con el fin de bajarle la tensión acumulada, por falta de combate, si te sobrepasas en la acción, penetrar a alguna de las miembros de la unidad, te arrepentirás de haberlo hecho, todas ellas se han sometido a ligadura de trompas, por lo que no podrán quedar embarazadas la única que está completa soy yo y el día que quiera me penetres ya te lo dire. Entendido?

- Si mi Coronel, ordena alguna cosa más?

- Si, empieza a comerme el coño.

Era la primera vez que me ofrecían un coño sin pagar nada, gratis y seria todos los días, le abrí bien las piernas y comencé pasándole la lengua sobre los labios mayores, note que ...

... comenzaba su excitación, busque su clítoris con mi lengua y una vez lo encontré me lo metí entre mis labios y comencé a succionarlo lentamente a cada succión un sus piro salía de su boca dando señales de satisfacción plena, hasta que comenzó a correrse, eyaculaba las segregación pre coitales que la llevarían a un orgasmo de gritos y suspiros de satisfacción, le metí dos dedos en la vagina y ella encontró un deleite tal que me dijo.

- Cabron, méteme tres dedos, tienes una mano muy delgada necesito dedos gordos para satisfacerme.

- A la orden mi Coronel.

Tras dejarla completamente satisfecha me ordeno retirarme y que fuese al pabellón nº1 donde me estaban esperando en formación todo el personal desnudas de cintura para abajo.

Nunca había visto tantos coños desnudos y deseosos de ser satisfechos, la postura sería muy incómoda para mi entonces ordene que me trajesen un catre, con un saliente a la altura de mi cuello donde apoyar la cabeza, asi tumbado boca arriba, el personal solo tenía que acercarse a mi cara abrir las pierna y agacharse lo suficiente para quedar a la altura de mi boca, una a una fueron pasando por mi boca sus coños afeitados hubiese querido que la duración de la acción durase entre 15-20 minutos, pero eran demasiados coños que atender tuve que restringirlos a 20 diarias asi ellas descansaban y yo también además las descargas de adrenalina que les provocaba eran suficientes para una semana ya pasada el turno de las 20 diarias se volvía a empezar en ...