Sigo explorando lo que descubrí con mi ex
Fecha: 07/08/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Nachodura, Fuente: CuentoRelatos
Después de haber encontrado una nueva veta de excitación en aquel descubrimiento fortuito que me sucedió con mi novia, que ya conté en los dos relatos anteriores, empecé a buscar la manera de ser yo, el que esté del otro lado del teléfono, mientras el novio o el esposo se exciten con su pareja, sin saber que yo esté ahí.
Lo primero que hice fue ponerme en contacto con mujeres que yo sabía que tenían pareja, siempre me han parecido las mujeres más fáciles de conquistar porque están aburridas de su monótona vida familiar y porque tener relación siempre con la misma persona durante un tiempo extenso, despierta otros deseos ocultos que, al pasar los años se hacen irrefrenables. Ahí es donde aparezco yo, no lo considero como algo malo, más bien me siento como una válvula de escape de determinadas situaciones y si bien, a veces la pareja se termina rompiendo, pues ellas o bien se enamoran (o creen hacerlo) de mí, o se dan cuenta todo lo que han perdido de sentir por una relación. A veces, las menos pero preferibles, luego de esos primeros momentos, que puede llevar algunos meses, se dan cuenta que perderían mucho como pareja y siguen con sus relaciones paralelas, a veces conmigo y a veces buscando otras experiencias. De hecho mi idea no es ser siempre el tercero porque eso también a la larga, genera una relación y ella vuelve a lo mismo que quiso salir de su pareja.
Explicada esta situación y luego de ponerme en contacto con una mujer casada, con dos hijos, doctora, yendo ...
... incluso a atenderme alguna vez por un algún dolor inventado, arreglamos encontrarnos.
Lo dicho anteriormente, una mujer de familia ya estructurada, apenas sale del trabajo, el marido sabe a qué hora sale y si se demora manda mensaje o llama para ver si le ha pasado algo o por donde anda.
Este fue el caso ya en la primera cita, nos encontramos en un lugar alejado, bastante solitario, un camino de tierra en el medio de la nada casi podríamos decir. Empezamos a besarnos, me tocó por arriba del pantalón y sonrió, pregunté qué le causó risa y mirándome a los ojos me dijo, es que no sabés lo que me encanta chupar pijas, es mi debilidad. “Bueno, veamos si hacés que tus labios sean mi debilidad”.
Después de eso se sintió en libertad de sacar mi pija abriendo el cierre de mi vaquero y debo decir que era cierto, su lengua y cada parte de su boca me hacían sentir algo que no había sentido antes, era como una vagina mejorada, la suavidad interna de su boca, la profundidad con la que se la metía que si bien, no llegaba a tragarla toda, el esfuerzo por hacerlo me encantaba. Intentó tres o cuatro veces tragarla toda y al no poder y con la boca llena de baba y los ojos llorosos me dijo “Hijo de puta, que divina verga tenés” Dale, mamala toda y llevale la leche en la boca a tu marido hoy, se sonrió (muchas guardan un rencor por hacerlos responsables a ellos de sus frustraciones como mujer) y se abocó mucho más excitada, a meter y sacar su boca mientras hacía unas chupadas que sonaban y ...