1. El ladrón de Neumo


    Fecha: 14/08/2025, Categorías: No Consentido Autor: Leo211, Fuente: CuentoRelatos

    ... distorsionada con la careta, escuchamos sus pasos bajar la escalera a prisa. Teníamos mucho miedo, Paula no dejaba de sollozar y fui preso de una total impotencia.
    
    - que haremos? mira como te dejó... decía mi polilla embargada totalmente en desesperación.
    
    - Tranquila, roba y se va. Le asegure mientras se escuchaba el revoltijo que estaba haciendo abajo.
    
    Cuando pareció haberse ido porque no escuchábamos más nada, otra vez los pasos anunciaron que escalaba la escalera. Traía una bolsa de tela al hombro, repleta de nuestras pertenencias y se quedó parado en el marco de nuestra puerta, contemplándonos. Extrajo la faca de entre sus ropas y Paula grito, él le dijo que no mostrando su juguete y se dejó caer en medio de nosotros. Puso su cuchillo helado, debajo de mi oreja y comenzó a sobarle las nalgas a mi mujer. Cerré mis ojos y oí cuando cortó el precinto de la piernas de ella, cuatro o cinco minutos después se paró, La pija empinada de potente perpetrador relucía cerca de unos de sus muslos y el jogging deportivo delató su ...
    ... imponente presencia...
    
    -Hay dos maneras de hacer esto, dijo quitándose el pantalón y el bóxer de un tirón.
    
    -Una es la rápida sin gritos ni violencia y la otra es mas salvaje. Ustedes elijen.
    
    La suerte estaba echada. Mi corazón empezó a cabalgar extasiado y mi esposa no quitaba la vista del tremendo pedazo del afro que lo de ver cuando apagó la luz. Me tiro de la cama junto con la escaza ropa que le quedaba a Paula.
    
    Los primeros quejidos de mi mujer me avisaron que el payaso había entrado y poco después en un arrebatador vaivén de sacudidas la primera eyaculación del visitante en un venerado grito de gozo. La segunda cogida fue menos intensa pero mucho más larga.
    
    El desgraciado cumplió su palabra, y se marchó sin más daño que ya había hecho. Se llevó su bolsa repleta de cosas y se llevó varios polvos de mi mujer, que a juzgar por lo que confesó mucho más tarde le encantaron, a pesar del miedo en un principio.
    
    Nunca hicimos la denuncia por vergüenza y de vez en cuando , cuando el perro ladra salimos a ver si hay reincidencia. 
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