Enredos de cables - parte 7 - Relatos Eróticos

Enredos de cables - parte 7

... mensaje de Julia por Teams:

Hola Javi, lo que he visto esta mañana me ha llamado la atención poderosamente y me gustaría ver como es en realidad. Te espero aquí. Cuando vengas te abro y pasas.

Yo me quedé un poco blanco y mis compañeros de mesa lo notaron a lo que Fer me dijo:

¡Tío!, ¿Estás bien?. Estás blanco, creo que deberías dejar de beber birra e irte a casa jajaja.

Voy al baño un momento a echarme agua, si. Me levanté y me fuí al baño. Contestando a Julia.

Cuando estaba cerca de los baños se abrió el de chicas y la mano de Julia me agarró fuertemente y tirando de mí nos metimos en un baño privado y como una loca poseída por la lujuria y me empezó a manosear sin control. Yo no sabía que estaba pasando, estaba totalmente descolocado. Me empezó a sobar la polla por encima del pantalón, notando el bulto abrió los ojos y exclamó:

¡Joder Javier, la tienes así sin empalmar!

Yo me puse un poco colorado por la situación pero menos nervioso mientras magreaba el culazo de Julia. Cuando pasó un rato mis manos ya recorrían sin temor todo el cuerpo de esa chica tan hermosa. Ella se había centrado en comerme de arriba abajo la cara y con sus manos sobaba mi polla que ya estaba totalmente tiesa.

En ese momento me desabrochó el pantalón y me bajó la bragueta, después me saco la polla y empezó a chuparmela muy rápido, debía de estar ardiendo. Su técnica no era mala pero nada comparado con mi diosa Gema. En ese momento me imaginé a Gema en ese mismo baño ...

... haciéndome esa mamada y mi cuerpo empezó a tensarse, ella lo notó y bajó la intensidad de la mamada. Al rato se la sacó de la boca y se subió el vestido y dandose la vuelta se apoyo sobre la taza dejándome a la vista su precioso culo cubierto por una braguita de encaje de color rojo. Palpé con la mano su parte delantera que estaba ardiendo y algo mojada con lo que corrí la braguita a un lado y empecé a penetrarla suavemente. Ella se iba acomodando a la situación y en poco tiempo toda mi polla estaba dentro de ella. Comencé a penetrarla con más intensidad. Ella tenía la mano metida en su boca para evitar que los gemidos que hacía se escucharan más allá de ese baño. Yo no paraba de meterla y sacarla agarrado a sus caderas y en un momento dado noté una tensión en su espalda denotando que no quedaba nada para correrse. Aceleré y mientras ella se mordía la mano con ansía al correrse, acabé yo también.

En todo ese polvo no habíamos intercambiado ninguna palabra solo gemidos y sobos. Nos volvimos a vestir y salimos uno delante del otro espaciados en el tiempo. Cuando volví a la mesa ni Fer ni Carla estaban ahí. Supuse que se habían ido a otro lado. Miré el móvil y tenía unos cuantos mensajes suyos preguntando que dónde estaba, que si estaba bien, que había ido al baño y que al no verme supuso que algo pasaba con Juli y que se llevaba a Carla a casa que se le hacía tarde. En eso llegó Julia, bastante arreglada después de la follada que le había pegado en el baño y se sentó a mi lado.

Ha ...