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CARLOS-KARLA (EL COMIENZO-ORAL)
Fecha: 30/03/2018, Categorías: Dominación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... obtener lo que quiero sin restricciones. NO en balde tengo el cuerpito que tengo debido a ello. Pero sin decir agua va pude ver como la comida desapareció y descaradamente ambos empinaban los ansiados refrescos hasta la ultima gota y hasta de manera histriónica lanzaban un consabido y ensayado ¡Ahhhh! de satisfacción como el de los comerciales. Fue entonces que Daniel sentado reparo en mi dirigiéndome aquella mirada intensa y casi demoniaca que me hacia temblar. Con gran parsimonia saco de sus bolsillos una cajetilla de cigarrillos y de una manera teatral lo encendió sin dejar de mirarme. Le paso la cajetilla a Martin y aquel con aire mas despreocupado le imito aunque de manera diametralmente opuesta siguió ignorándome por completo. Ambos se quedaron callados. Martin cerró los ojos y hasta hubiera pensado que dormía si no fuera porque de vez en vez movía su mano para aspirar el pitillo encendido. Daniel por su parte no me quitaba la mirada de encima. Lo hizo de tal manera que de verdad me hizo sentir súper incomodo. Sus ojos se clavaban en mí. Principalmente me miraba a los ojos pero su mirada se desviaba viéndome de arriba abajo recorriendo todo mi cuerpo. A diferencia de minutos anteriores donde el pánico me invadió por estar solo, ahora aquellos ojos que me devoraban de tal manera me hacían temblar sin acertar a exactamente que era lo que me provocaba tal estremecimiento tan profundo. Tal vez seria que mi alma atormentada se conectaba con el ser que cambiaria mi vida ...
... irrevocablemente. Aquellos momentos de paz final terminaron con el último golpe que Daniel le pareció dar a su colilla casi terminada. Dándole un golpetazo a Martin en el brazo le saco de su ensueño diciéndole: -¡Bueno cabron! A lo que vinimos ¿no? Ya tengo ganas de divertirme-añadió con un gesto. El gesto burlón de un pequeño que se sabe a punto de cometer una travesura. Martin respondió riéndose con una maliciosa sonrisa cómplice. Se pusieron los dos de pie y sacudiéndose el trasero por el polvo pegado en sus pantalones del uniforme al estar sentado en aquellas piedras se dirigieron hacia donde yo estaba. Trate de recuperar la compostura al sentir su presencia y atención sobre mi, mas desafortunadamente había forzado tanto mi situación queriéndome desatar que por nada del mundo pude cambiar la para mi la cómica postura en la que me encontraba. Como si de una presa se tratase, Daniel y Martin quedaron extrañamente callados. Solo me miraban los dos y repetían el ritual que hace momentos Daniel hacia solo. Me miraban. Miraban mi cuerpo. Podía sentir como pasaban de mi cara a mis cabellos y bajaban por mis hombros, mi espalda, mi pecho, mi… si… mi cola expuesta para rematar mirándome las voluminosas piernas mientras iban cambiando de ángulo lentamente dando vueltas y vueltas a mi alrededor. Parecían lobos al acecho estudiando a su presa. ¿Cómo explicar aquel sentimiento? La angustia me invadió. Un nerviosismo sin igual crecía junto con cada paso que ellos daban a mí alrededor sin ...