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CARLOS-KARLA (EL COMIENZO-ORAL)
Fecha: 30/03/2018, Categorías: Dominación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... poder hacer nada más que el hecho de atestiguar sus acciones. Mi respiración se torno lenta y profunda por el miedo infundido. Finalmente Daniel hablo: -¡Vaya, vaya! ¿Qué tenemos aquí? – le dijo a Martin. Como respuesta el grandísimo idiota solo lanzaba pendejitas risitas festejando las estupideces de Daniel. - Mira, mira Martin. Nuestro amigo. Nuestro amiguito Carlitos. Miiiiiralo-dijo apuntándome con el dedo. Martin se desternillaba ahora de risa ante su ocurrencia mientras que mi inquietud crecía a la par de sus burlas. -¡¡Pobrecito!!-y poniendo las manos a sus lados en forma de jarrón le continuo diciendo a Martin de una forma un tanto aputada- ¿Quién habrá sido el alma maldita que le hizo tal cosa al pobre gorditooo? ¡Esta gente! Tan maleducada y sin consideración. El poooobre Carlitos. Pooobre Gordito. Míralo nomas. Aquel tono meloso y teatral me daba muy mala espina. Nunca pero NUNCA en mi vida colegial había visto a Daniel actuar de esa manera. En lugar de calmarme aquel comportamiento me hacia ponerme mas nervioso si es que eso era posible a tal punto de mi vida. Dándole la orden a Martin que por lo visto era su compinche del alma ya que lo tenia entrenado de tal manera que con tan solo con un leve gesto, mirada o movimiento de su mano sin decir palabra lo hacia moverse, le conmino a empezar a desatarme mientras a mi me seguía diciendo con aquel tono tan meloso como odioso. -¡Ay gordito! Ya no te juntes con esa gente. Mira como te dejaron. ¿Qué harías si no fueras ...
... por mí? ¿Serian capaces de dejarte aquí toda la tarde y a lo mejor hasta la noche? ¿Quién sabe que cosas te podrían pasar en este paraje tan solitario gordito? ¿No lo crees? Martin avanzaba de manera pasmosa. Me sorprendió lo mucho que yo trate en zafarme y la facilidad con la que Martin recorrió la soga quitándome los nudos dejándome libre al fin. Bueno, libre es un decir porque en cuanto me pude poner de pie con gran trabajo ya que me encontraba algo entumido por todo el tiempo que había pasado embrocado ahí y trataba de tomar algo de aire después de que mi estomago había sido presionado sin poder hacerlo, Daniel siguió hablándome de aquella manera y acercándose a mi como si de un gran y viejo amigo se tratase me hecho el brazo al hombro de manera muy fraternal mientras me seguía dando “consejos” al respecto de mi situación. -Me caes bien gordo. Mira Carlitos, no es bueno que andes haciendo apuestas pendejas. La gente puede tomar ventaja de ti. Deberías de aprender con quien juntarte. Mira, por ejemplo, la putilla de la Bibi. Se encabrono contigo. Y te dejo aquí solito. Aquello si me encabrono mucho. Bibi era mi mejor amiga. Me constaba. Con ella había pasado grandes momentos tanto de alegría como de tristeza. Sentí una gran furia que le dijera esa palabrota. Se que soy un tonto. SI. A mi me podría decir lo que quisiera pero que no se metiera con Bibi. De todos modos como siempre, estúpidamente no hice nada. Me trague mi coraje y furia sin decir nada. -Mira Carla, - dijo con ...