EN LO PROFUNDO DEL BOSQUE I - Relatos Eróticos

EN LO PROFUNDO DEL BOSQUE I

... ayuda de unos palos logramos apartar la maleza y cruzar, al otro lado se extendía una montaña y cerca nuestro un riachuelo que seguramente bajaba en algún lugar por el precipicio en forma de cascada. Nos recostamos a la sombra de los árboles escuchando el rumor del agua y mirando como los rayos del sol penetraban las enormes hojas de los helechos. Mi tío fue el primero en meterse al gua, sólo en calzoncillos, detrás de él mi primo también en calzoncillo y luego yo también en ropa interior. Chapoteamos en el agua fresca, limpia, clara, que corría entre nuestras piernas, luego salí a recostarme sobre la hierba y pude ver como mi tío y primo salían del agua mojados, con el calzoncillo pegado al cuerpo, me estremecí a verlos a ambos así, ambos peludos, aunque mi primo era más delgado, me di cuenta que tenía unas piernas musculadas, pero lo que detuvo mi mirada fue la entrepierna de ambos, se notaba claramente como colgaba el miembro y se movía rítmicamente al caminar, aparté la mirada, pero casi inmediatamente volví a mirar ese bello espectáculo. Se acercaban a mí, me sentí excitado, era la primera vez que me excitaba contemplar el cuerpo de un hombre. Ya había tenido relaciones sexuales con mujeres, incluso estuve a punto de casarme, pero siempre sentí una curiosidad por los hombres que no sabía como explicarme o qué era, y ahora de pronto lo sabía porque mientras mi tío y primo se acercaban a mí, noté como mi cuerpo se tensaba y mi verga se ponía dura bajo mi calzoncillo, ...

... sospeché que se darían cuenta de mi estado, así es que me di vueltas quedando completamente de estómago sobre la hierba, mi pene rozaba el suelo, si hubiese estado solo me pajearía contra las hierba hasta correrme. Mi tío y mi primo se sentaron cerca mío, yo evitaba mirarlos mientras hablaban de esto o aquello, mi primo estaba más conversador incluso se lanzaban bromas entre uno y otro. Lejos de aquietar mi calor, mi pene se negaba a perder la calentura, a cada mirada que daba me encontraba con las piernas peludas de mi primo, el pecho empapado de agua de mi tío y si miraba hacía abajo se me llenaba la boca de agua al percibir el bulto apresado en los calzoncillos, en un momento dado, mi tío y su hijo comenzaron a jugar, se hacían cosquillas, se revolcaban por el pasto, lo único que pedía es que no me integraran a mí en sus juegos porque se darían cuenta como estaba de caliente, los miré, era un par de machos deliciosos jugando, se abrazaban y se soltaban rodando por el suelo, vi como mi tío quedaba sobre mi primo, entre sus piernas, mi primo aprisionaba el cuerpo de mi tío con sus piernas, pude ver como el bulto de mi tío estaba sobre el bulto de mi primo, me pareció que se restregaba el uno contra el otro. No pude más y sin poder hacer nada, sentí que un chorro de semen salió de mi pene bañaba el calzoncillo y cubrió la hierba, no aguanté, cerré los ojos y apreté los labios para que no se dieran cuenta que estaba en éxtasis, cuando pude calmarme, corriendo me lancé a las aguas ...