Saliendo del colegio - Relatos Eróticos

Saliendo del colegio

... introducirlo, una gran presión inundó la zona, acompañado de un ardor y dolor que jamás había sentido, quería gritar y no podía, lo escuché decir "sabía que eras virgen, que delicia romper tu vagina, no sabes cuanto deseaba esto". Cuando pensé que no podía doler más, él se detuvo, se quedo quieto, me veía y respiraba un poco agitado, lo sentí retroceder y sacar su miembro de mí, sonriendo dió un fuerte y violento empujón ensartandose en mí por completo, lágrimas caían de las comisuras de mis ojos y el comenzó con un mete saca duro, rápido y brutal, como si me castigara con sus embestidas, me veía y gruñía como un animal enjaulado. Sentía que mi cuerpo no podía con esa enorme invasión, mentalmente le suplicaba que se detuviera o al menos fuera más despacio, pero sin importar cuanto tiempo pasara, él entraba y salía de mi con una gran furia. 
Después de bastante tiempo, me la sacó y se sentó en el sillón, tirando de mi mano, jalandome y cargando como muñeca de trapo me sentó de espaldas a su cara, sobre sus piernas, ensartandome hasta al fondo de nuevo, su cara metida en mi cuello respiraba mi olor, besaba y pasaba la lengua, sus manos jugaban con mis senos, mientras yo subía y bajaba con sus empujones haciendome dar sentones sobre su falo enorme que me llenaba por completo. Lo admito, era rico sentirlo como me penetraba y besaba el cuello, me tenía a su completo antojo y por algún motivo eso me encantaba. 
El sólo reía en mi oreja y decía "estás tan mojada, resbala tan ...

... bien, pero al mismo tiempo eres tan estrecha, me encanta cogerte, pequeña". Luego de unos minutos me cargó y colocó boca bajo en el sillón, me la sacó sólo para colocar un cojín grande bajo mi vientre y dejar mi culo en pompa, volvió a llenar mi vagina y darme muy fuerte, parecía un toro en brama sin darme tregua, jalaba mi cabello, sujetandolo en una coleta, me gritaba "te voy a dejar escurriendo semen como puta". Sentí que escupía en mi culo y sus dedos tratando de entrar, me dolía un poco, pero estaba tan excitada que el dolor no duraba mucho, tres dedos dentro de mi ano y su enorme pene taladrando mi vagina me tenían loca. Todo se sentía tan rico, cuando de pronto sentí que sus dedos dejaban mi culo, y su pene salía de mi vagina. De una profunda, brutal y rápida embestida, penetró mi ano sin piedad, comenzó a cogerme como poseído tomando fuertemente mis caderas. El dolor me hizo reaccionar, mi cuerpo comenzaba a tener movilidad, torpemente, pero reaccionaba a mis pensamientos, balbuseaba sollozando "por favor, para ya, me duele" él sólo reía y me follaba, diciendo "esto era lo que querías, te veía coquetearme todos los días, querías mi verga en todos tus agujeros y ahora te la estoy dando, pequeña putita". Todo eso me tenía tan caliente y excitada, aunque no sabía cómo podía gustarme que me tratasen así. 
Después de un rato, quitó el cojín que estaba debajo de mí, me jaló acomodandome de lado, subió mi pierna y siguió cogiendome de lado, giré mi cabeza para verlo y le ...