1. Saliendo del colegio


    Fecha: 09/05/2024, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Sarah, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... pregunté "¿Por qué me hace esto?" Mi voz sonaba rara, no podía evitar gemir por sus embestidas, el sonriendo contestó "¿Quieres que pare? ¿Te la saco?" Y sus embestidas se volvían más profundas y deliciosas, gemidos más fuertes salían de mi boca y negué con la cabeza, realmente quería seguir sintiendo como destrozaba mi cuerpo con su enorme pene. Sacó su miembro sólo para ahora introducirlo en mi vagina, no podía dejar de ver sus intensos ojos grises, su boca se apoderó de la mía en apacionados besos, sus embestidas eran brutales, pero me encantaba. Gemidos de dolor combinado con placer escapaban de mi boca y el como un demonio se reía y preguntaba "¿Te duele, pequeña?" Yo asentía con la cabeza y el me daba con más fuerza "¿No te gusta, nena?" Y yo con voz entrecortada contesté "Sí me gusta, pero me duele" entre pequeños besos preguntó "¿Quieres que te penetre más suave?" Lo dijo con tanta ternura que sólo asentí, sus embestidas eran mucho más lentas, pero igual de profundas, era delicioso sentirlo entrar así. "¿Así te gusta, pequeña?" Entre gemidos asentí diciendo que sí, era muy rico. Él puso una cara perversa que me hizo sentir muy intimidada, su mano tomo firmemente mi cuello sin apretar, besaba mi mejilla mientras decía "Es una lastima, porque a mí me encanta coger con violencia, aún más a nenitas como tú, que están tan estrechas, y se siente como tu cuerpo se estremece con cada embestida" dicho esto volvió a follarme como si yo fuera una muñeca de trapo, me daba tan ...
    ... fuerte, brutal y profundo, que pensé quería partirme en dos, quería soltarme unos segundos, sólo quería que parara unos segundos, y por más que intenté, su fuerza me superaba fácilmente, no podía despegarme de él ni un milimetro, se reía malvadamente de como quería huir y el con facilidad continuaba penetrandome, presumiendo que él mandaba. Cambió de mi vagina a mi ano, haciendome de nuevo doler, pues ya no estaba acostumbrada a su tamaño. Después de unos minutos volvía a cambiar a mi vagina, luego de un tiempo, volvía a cambiar y así sucesivamente. Hasta que se apoderó violentamente de mi ano, y sin piedad me taladraba hasta venirse dentro de mí, pensé que todo había terminado cuando sacó su pene y sentí como de mi culo escurrían chorros de semen caliente, pero volvió a penetrar mi vagina con brutales embestidas, mi cuerpo ya no podía más, le supliqué que parara, y me hizo caso, pero sólo para ponerme a cuatro patas y seguir a lo suyo, yo lo volteaba a ver pidiendo piedad y el tomaba mis caderas fuertemente para que no escapara, cuando gruñio y sus embestidas fueron más bruscas sentí como me llenaba de chorros calientes, me jaló del cabello para pegar mi espalda a su pecho mientras me seguía embistiendo me tenía así abrazada y en mi oído decía "Siente putita, siente como te lleno de mi semen calientito, tenlo zorrita" cuando termino de venirse lo sacó unos segundos y sentí como de mi vagina chorreaba líquido caliente, todo me temblaba. Me soltó y se bajó del sillón, después ...