familia conflictiba 1 - Relatos Eróticos

familia conflictiba 1

... mi mujer Sofia con 36 y sarita con 15.
Como nunca supere la decepción de no poder estudiar en la universidad, aproveche mis ratos libres para estudiar una carrera a distancia. el mes pasado había logrado mi título en administración de sistemas informáticos y ese mismo día me habían contratado en una fabrica para organizar los nuevos sistemas. Ganaría un poco mas de dinero por un esfuerzo muchísimo menor. ese día estaba muy seguro que nada podía arruinar mi buen ánimo. Ya había hablado con mi jefe que contrario a estar enojado o indiferente me felicito y deseo la mejor de las suertes agregando que si por algún motivo necesitaba regresar que solo me comunicara con el. Me había quedado unos segundos en el lumbar de la puerta de casa mentalizándome para que nada de lo que sucediera dentro de ese lugar me arruinara mi entusiasmo. Tras una respiración profunda entre en casa. como nunca esperaba un cálido recibimiento por parte de mi familia nunca me anunciaba. Por otra parte, Tag no necesitaba que digiera algo para saber que había regresado. Me extraño que mi fiel perro no buscara taclearme apenas entrara. Al ser un mastín italiano de unos buenos 48 kilos con mucho ímpetus y carácter juguetón siempre era una pelea que me alegraba al entrar en casa. confundido vi el perchero de la recepción. Allí estaba su pechera y cadena que usábamos para sacarlo a pasar. Que Tag saliera usando dicha pechera y cadena era posiblemente el único acuerdo que toda la familia respetaba ya que en una ...

... ocasión que salió sin esos elementos fue atropellado por un auto. Por fortuna solo fueron unos raspones para Tag. Quizás esa fue la unca vez que Sofia y yo estuvimos en el mismo lado de la discusión regañando a sarita y posiblemente esa fue la ultima vez que compartimos un abrazo familiar ya que nuestra hija rompió en llanto cuando entendió que por su negligencia Tag pudo haber muerto. 
Preocupado por la falta de Tag, comencé a bajar por la casa mientras lo llamaba con un suabe silbido. Me tranquilice al escuchar un ladrido proveniente de mi habitación. Al abrir la puerta quede congelado. En mi cama matrimonial encontré a mi esposa Sofia completamente desnuda a cuatro patas siendo montada por nuestro perro que tenía calcetines blancos en sus patas. A sus 36 años Sofia era una mujer muy atractiva. Aunque ella lo negara se preocupaba mucho por su aspecto físico. Muchas de las discusiones eran por el alto coste de sus dietas, peluquería y gastos de gimnasio a los cuales arrastraban a nuestra hija duplicando la factura.  Sofia no noto mi presencia ya que tenia los ojos cerrados por el placer que le estaba dando Tag que de una marera muy energética la penetraba como todo un semental. Fue mi fiel perro el primero en verme y se bajo de la espalda de mi mujer con intenciones de ir a recibirme, pero resulto que ya estaba abotonado. Al intentar zafarse Sofia dio un grito de genuino dolor y para mi sorpresa nuestra hija sarita que estaba sentada en el sillón de nuestra habitación junto a ...