El día que descubí que quería ser sumiso y obediente. -Parte 1-
Fecha: 31/03/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: yunna, Fuente: SexoSinTabues
... refería esa mujer? No sabía qué hacer si bajar al parking o no, me pase toda la mañana pensando que hacer, pero cuando llego la hora, algo dentro de mí me empujó hacia el ascensor. Y allí estaba yo, esperando en el parquin sin saber muy bien qué y cuando estaba a punto de marcharme apareció ella: - Hola veo que te has decidido a bajar. - Si, aquí estoy, pero no sé muy bien a que he bajado. - Ssshhhh silencio, has bajado a jugar y si pasas la prueba serás mi juguete favorito. Me quede mudo, no era capaz de contestar a esa espectacular mujer y de repente ella rompió el silencio y me dijo: - Quiero tus calzoncillos - ¿Disculpa? La conteste. Ella se puso seria y me dijo: - Silencio, ya te he dicho que has venido a jugar y la primera prueba es que me des tus calzones. Acto seguido, como si no pudiese decir que no a esa diosa, me baje los pantalones entre dos coches, me quite los calzoncillos y se los di. Y allí estaba yo, desnudo de cintura para abajo, delante de una espectacular mujer 10 años mayor que yo, sin poder moverme bloqueado por la situación, cuando ella me dijo, espera quiero darte algo a cambio. Se subió lentamente la falda del vestido y dejo caer su tanga lentamente hasta el suelo. - Toma, quiero que te lo pongas y que lo lleves todos los días, hasta que yo te lo pida. Me puse aquel tanga que apenas me tapaba mis atributos, me subí el pantalón y me fui a mi puesto de trabajo. Al día siguiente cuando me levanté, no sabía qué hacer si ponerme el tanga o dejarme de ...
... juegos absurdos, pero algo dentro de mi continuaba empujándome y me puse el tanga. Ese día no la vi, y así pasaron varios días y allí estaba yo, una semana entera en el trabajo con ese tanga, esperando a volver a verla, cuando por fin el viernes la vi. - ¿Hola, que tal? - ¿Bien y tú? Hace muchos días que no te veía. - Si, lo sé, te estaba evitando para ponerte a prueba. ¿Llevas mi regalo? - Si le dije con voz un poco avergonzada. - A ver, enséñamelo. Me baje un poquito la cintura del vaquero y le enseñe el elástico de aquel tanga. Perfecto, dijo ella. Creo que estás preparado para seguir jugando, si quieres, vente esta tarde a mi casa y pasamos a la siguiente prueba. Me dio su dirección y se marchó. Mientras se iba, se dio la vuelta y me dijo, Ahhh se me olvidaba, no te olvides mi regalo. Quería que me presentada en su casa, con aquel tanga, aquello pintaba bien y yo no podía perder la oportunidad de tocar a una mujer tan imponente, con la que llevaba meses masturbándome en la intimidad de mmi casa. Llegada la hora en cuestión, me presente en la dirección que me había dado. Era una casa adosada en una zona residencial de las afueras de Madrid. Llame al timbre y allí estaba ella, se había vestido exactamente igual que aquel día en el que me quede embobado mirándola, con el mismo vestido azul de falda cortísima, y medias negras. Note como al tanga cada vez le costaba más aguantar todo eso dentro de él. Me hizo pasar a su casa y subimos a la buhardilla. Era un lugar cálido y muy ...