Tremenda sorpresa me dió mi mujer - Relatos Eróticos

Tremenda sorpresa me dió mi mujer

... don Jesús era XXX, yo sabía que eso le gustaba ver. Pero aunque estaba de espaldas a mi, noté que tenía el pantalón abierto y se frotaba suavemente su verga, una verga de muy buen tamaño según pude notar, y el asunto es que desde el ángulo en que estaba mi esposa seguramente lo veía a menos de dos metros y de lado. ¡Por eso estaba tan atenta!
Me dio coraje me regresé casi sin precaución para que ella me escuchara y llamarle la atención, pero antes de salir del baldío me asomo otra vez por encima de la barda y mi sorpresa fue mayor. Mi esposa traía una blusita hombliguera y un short, pues ahora se había bajado el short y se estaba frotando la pepa.
Me quedé sorprendido y se me pasó el enojo, porque la escena me pareció muy erótica. ¡Yo nunca había visto a una mujer masturbarse! 
Ahora, ver a mi esposa haciendo eso me pareció muy erótico, aunque el inconveniente es que lo hacía espiando a un hombre que también se estaba masturbando.
La veo sacarse el short y lo pone en el suelo y ahí se coloca de rodillas con las piernas separadas y frotándose la vagina. Aveces se separaba del muro y se frotaba con mayor intensidad y luego volvía a mirar. En dos ocasiones la ...

... escuché suspirar fuerte y seguramente don Jesús también oyó, porque ella se quedó muy quieta y pegando la espalda a la pared, luego regresa y con cuidado se vuelve a asomar siguiendo con su tarea de frotarse la pepa.
Llegó un momento en que algo especial sucedió, me imagino que don Jesús se vino al estarsela jalando, porque Elena se puso muy ansiosa y se esforzó en no perder detalle, porque después de mirar, se retiró, se sienta de espalda la pared sobre su 
short y comenzó a frotarse de manera muy frenética, casi con violencia hasta que vi como se relajó al venirse en su orgasmo.
Se quedó un momento ahí como relajada y luego se pone de pie, se pone su calzón y el short, se asoma otra vez al otro lado y luego regresa dentro de la casa.
Yo me esperé aún unos 15 minutos tratando de asimilar lo que vi, y decidí no decirle nada, solo observarla, porque haber descubierto esa característica de mi esposa fue algo nuevo y me pareció tremendamente erótico. La estuve cuidando hasta que la volví a sorprender otras dos veces más y supe de sus calenturas.
Una mujer que le guste ver a los hombres masturbarse, ¿Será capaz de ser infiel si tiene oportunidad? ¿Que opinan?