Entre al baño de mi trabajo sin tocar, fue el inicio del fracaso de mi relación mi esposo, pero la mejor decisión de mi vida que pude tomar con un compañero colageno - Relatos Eróticos

Entre al baño de mi trabajo sin tocar, fue el inicio del fracaso de mi relación mi esposo, pero la mejor decisión de mi vida que pude tomar con un compañero colageno

Mi nombre es Yullian, tengo 46 años, mujer madura piel color café con leche clarito tirando a blanco, pelo negro, labios normales, no una modelo pero con un cuerpo bien formadito, culo grande, tetona, una conchita rosadita con labios gruesos ricos para chupar, un culito socadito, de unas 3 veces de uso nada mas hasta antes de esta aventura, con lentes, y mi forma de vestir siempre es sensual en lo que corresponde a lenceria ya que por mi trabajo tengo que vestir formal, casada hace 4 años, una hija de 16 años, y mi vida sexual con mi esposo, no era de sexo todo los dias, pero si me quitaba las ganas cuando las tenia hasta el dia que se volvio una obsecion y deseo de querer follar todo los dias, este año empezo un nuevo compañero asignado al area de tecnologia, de 30 años, cuerpo normal sexy diria, ni tan gordo ni tan flaco, piel color café con leche claro, Edgar se llama, un colageno en toda la palabra, un pene tamaño normal, peludo parece un osito, aunque no tengo problema en que tengan peluda la verga, pero si no me gusta que sea demasiado, pero por alguna razon Edgar tenia una atraccion, algo que no sabria describir a demas de ser un buen colageno que lo que menos pensaba era que pareciera un osito su pene. Era la fiesta de cumpleaños del jefe, bailabamos mi esposo y yo junto a otras compañeras de trabajo y sus esposos, Edgar tomaba unas cervezas en la barra con otros compañeros, pase a la barra a traer un trago mientras todos los de la barra me miraban con lujuria y ...

... deseo por el vestido corto pegado que marcaban mi culo y se notaba la braguita de mariposa que llebaba, mis pechos enormes que apretaban el vestido resaltando mis pesones duritos parados, sobre todo Edgar, me miraba con deseo sexual, mientras seguia bailando y tomando con mi esposo, mi mirada no se podia apartar de Edgar, el reloj ya empezaba a marcar la media noche, Edgar se perdio dentro de la gente, el alcohol y la noche empezaban hacer lo suyo, mi cuerpo pedia placer, mi conchita y boca pedian una verga, mi esposo no se queria ir a penas empezaba la fiesta para el, busque el baño para orinar, eso calmaria mis ganas de follar, el baño de mujeres, unos estaban cerrados con llave, otros habian parejas cogiendo, lo cual no ayuda probocaba mas ganas en mi, deseaba que mi esposo se atreveria a follarme asi en un baño publico, los tragos hacian mas su efecto de querer orinar tambien, no aguantaba, me meti al baño de hombres, sabiendo el riesgo que corria, habian parejas cogiendo tambien, eso ayudo que pensaran que tambien iba hacer lo mismo con alguien ya que era la unica razon por la que podria entrar al baño de hombres, por lo que los que habian nadie intentaria hacer algo, por suerte estaba disponible el ultimo cubiculo, me meti corriendo y cerre la puera antes de que cualquiera de los hombres que estaban orinando se atrevieran a mostrarme su verga porque no podria resistirme con las ganas que tenia de follar, pensaba salir corriendo despues sin lavarme no me importaba, no queria ...