Entre al baño de mi trabajo sin tocar, fue el inicio del fracaso de mi relación mi esposo, pero la mejor decisión de mi vida que pude tomar con un compañero colageno - Relatos Eróticos

Entre al baño de mi trabajo sin tocar, fue el inicio del fracaso de mi relación mi esposo, pero la mejor decisión de mi vida que pude tomar con un compañero colageno

... infidelina ya no era una opcion, era la inebitable necesidad, con la llave de mi corazon y mi casa en manos de Edgar, con mis tetas enormes desnudas, mis pesones duro en su mayor explendor, mi vagina cubierta unicamente por aquella braguita, comprada especialmente para el momento, indescriptible su sexual forma, pero despertando la mayor lujuria y deseo, el ano de mi culo cubierto unicamente por la cuerda de mi braguita, con la mayor facilidad del mundo para ser penetrada sin obstaculo, mi cuerpo cubierto por una bata transparente, absorviendo y despendriendo aquellos perfumes sobre mi cuerpo, sin amarrar para no perder tiempo, me sorprendio Edgar, ya estaba en la puerta de mi cuarto, contemplando y admirando la belleza y sensualidad de mi cuerpo, como mis manos rosaban mi cuerpo exparciendo la crema que ya cubria mi cuerpo externo, pero mi interior de mi vagina, una lujuria de placer, mojada de placer, senti su respiracion acelerada en mi espalda, como rosaba mi cuerpo por encima de la bata con la llema de sus dedos, sus dedos acariciaban mis labios, su otra mano, me sorprendia queriendo meter en mi boca aquel plug anal que muchas veces me puse para su fantasia, mi cuerpo y boca obediente a el, chupaban aquel plug, llenandolo completamente de saliva, sabiendo mi culo lo que vendria, de pronto, salio de mi boca, la inclinacion de mi cuerpo se hacia automatico, mi cuerpo respondia solo, mis tetas precionaban la puerta de mi habitacion, mi culo se levantaba suavemente, aquel ...

... plug habria camino despacito sobre mi ano, lo lubricado y caliente, mi culo lo chupo y me lo metio, tenia aquello todo dentro, mientras mi rostro dejaban ver el placer que sentia, mi boca gemia, las manos de Edgar acariciaban y apretaban mis tetas, sus dientes mordian mis pesones, y su boca cayaba mis gemidos, me besaba apasionadamente, una mano acariciaba mis tetas, la otra se escondia y perdia de entre mis piernas, mi braguita hacia un lado, dejaban el camino mientras se introducian aquellos dedos, sin poder gemir por sus besos, mis manos hicieron lo suyo al sentir el rose de su verga erecta sobre mi vientre, mis manos desnudaban a Edgar, mi cabeza me decia mete su verga en tu boca, las imágenes de lo sucedido en el baño aquel dia rondaban mi cabeza, mi cuerpo no ponia un pero, sabia lo que mi mente queria, me quite la bata, cai de rodillas frente al, mis manos bajan su boxer, dejando a mi vista y mi boca su pene erecto, a meterlo en mi boca me disponia, los brazos de Edgar me frenaron, me pusieron de pie, me acariciaban sus manos, su boca me besaba mientras su vos a mi oido decia, tu boca debe probar el sabor de tu vagina en mi verga, como me hubiese gustado que mi esposo fuera asi, mi cuerpo sabia que significaban aquellas palabras, sin bajar mi braguita, en la misma posicion de antes, Edgar acomodo su pene en mi vagina, sin decir ni una palabra y sin piedad, metio su verga toda, mis gemidos empezaron a salir, mi mente satisfecha tenia lo que habia desiado hace tiempo, la ...