1. Mi hija, mi puta (Dia 2)


    Fecha: 31/03/2018, Categorías: Dominación Autor: JAYDEE, Fuente: SexoSinTabues

    ... puedo complacer. Claro que si eres desobediente bueno, ya sabes lo que pasó. Tomé su carita delgada y hermosa, subí mi mano por su sube torso y presioné su pecho, ese pecho diminuto pegado a las costillas, en donde lo único que sobresalía era un pezoncito inflado, que decía que sus pechos estaban por empezar a crecer -Qué quites ser, una puta feliz o una puta infeliz- -u…mmm… una puta feliz…- -Entonces dime, quien eres- Su hermoso rostro se desconcierta por un momento, pero de inmediato lo entiende. - -Soy tu puta papá- Ni en mis sueños más loco de masturbación hubiera podido imaginar que mi propia hijita de 11 años me dijera eso. Qué dijera que era una puta, MIIIII PUTA. -Pues vamos a empezar- Saqué 5 pequeños vibradores de mi cajón (esos que sólo son una esférica con un cable) y de nuevo puse pornografía de humillación. -Ahora Carito, pon mucha atención a los vídeos, porque todo lo que diga la mujeres que son, eso eres tú, y mientras juego contigo lo debes decir. La senté de frente al televisor, me hinqué y le abrí su piernitas, sus muslos delgados y blancos que terminaban en una vagina diminuta, virgen y limpia, sin un sólo rastro de vellos. Me acerque a olerla y el hedor a jugo vaginal orina casi me vuelven loco, ya tenía la verga tan dura como la podía tener. Me alejé para ver su rostros de nuevo y sus ojos fijos en la pantalla y su boca pequeñita sin expresión me dejaron ver que su alma ya comenzaba a romperse. Perfecto. Decidí regresar a lo mío, así que clave mi cara ...
    ... entre esa pucha deliciosa de niña de 11 años y comencé a comérmela como un animal , a mamarla y succionarla y morder esos subes labios carnosos. Ella movía un poco su pelvis. Aún cuando una niña odie lo que le están haciendo, no puede evitar sentir placer cuando le lamen la vagina… eso hace que se odien a si mismas por disfrutar algo tan asqueroso… por eso me encanta. Seguí mamando la vagina diminuta de mi hija mientras ella veía como humillaba a una mujer tras otra en la pantalla. Tomé el primer vibrador y lo metí en mi hija. Le dolí por que su himen seguía ahí, pero el vibrador era muy pequeño y logró entrar sin mayor esfuerzo. Lo encendí. Pude ver como Carito se desconcertaba, no sabía que estaba pasando, sabía que odiaba todo lo que le hacía pero algo se sentía bien, algo dentro de ella le estaba dando placer, y su asqueroso padre también al lamer su pucho. No me aguanté y de inmediato metí el segundo vibrador. Los dos vibradores chocando entre si dentro de su estrechísimo coño debía darle mucho mucho placer pues mientras seguía mamando puse saborear sus jugos saliendo. No me mal entiendan, ella no lo estaba disfrutando como en todos esos estúpidos relatos que claman que a las niñas pequeñas les gusta el sexo. No, ella odiaba todo lo que le pasaba, pero no tenía otra opinión, yo la estaba OBLIGANDO a que su cuerpo sintiera placer… y a que se odiar por eso. Su respiración se agitaba y su cara tenia una mueca de dolor… le dolía sentir rico. Metí el tercer vibrador. Tuve que ...