Mi hija, mi puta (Dia 2)
Fecha: 31/03/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: JAYDEE, Fuente: SexoSinTabues
... empujarlos más al fondo porque apenas cabían. -Dime Caro, ¿qué eres? -hmm… am… u… una puta- -No, no, eso ya lo sé. ¿Qué más eres?- -Aaahjmm… una zorra- -Qué más? -P… perra- Escucharla decir eso con su tierna voz de niña me excitaba como loco. Clavé mi cara en su ingle y mame aun más rápido y fuerte. -Qué más, qué más- -…Una mmm... prostituta estúpida- -Mmmm siii, eres una puta muy estúpida. Dilo, repítelo una y otra vez - -Soy una puta m… mu estúpida, so… soy una uta muy estúpida… soy u… una mmmmmhj una puta mu muy estúpida…- No podía más, tenía firmemente aferrados los muslos de mi putita a cada lado de mi cabeza y le mamaba su pucha como a una sucia zorra, mientras ella repetía una y otra vez que era una puta estúpida… El cuarto vibrador entro a la fuerza. Rompí si himen. Ahora además del placer, sentía dolor… eso es lo que quería, que ella no sepa que sentir, ni si está bien o está mal, quería que su cabeza fuera un lio. Confundida entre el dolo y el placer, confundida entre odiarse y odiarme. Sólo quería degradarla, humillarla, volverla nada más que un objeto. Una sucia puta de mierda, MI sucia puta de mierda… mi hija. Me alejé para ver la hermosa imagen. De la vagina angelical de mi hija colgaban cuatro cables de colores. Y ella movía su pelvis, sin saber ...
... que era lo que sentía, abrumada. Mientras se concentraba en la imagen de 3 hombres cogiéndose a una adolescente. Volteó su rostro hacia mi, las lagrima comenzaron a caer a borbotones y sólo pudo decir: -Papi…- Quería decirme que no podía más, que se sentía sucia y humillada, que no sabía qué más hacer, ni como pararme. Estaba en el mejor sueño erótico de toda mi vida. Metí mi verga en su boca y usé su cara como la de una puta perra, ya no podía más, quería maltratarla mucho, pero estaba tan excitado con la imagen de mi hija siendo humillada que me iba a correr en cualquier segundo. La jalé con fuerza hacia mi tomándola de las orejas para penetrarla lo más salvajemente que pude y que una cuantas embestidas me leche llenó su garganta. Estaba tan atrás que no podía ni tragarla, sólo se escurría hasta su estomago (y un poco a sus pulmones pues empezó a toser). Cayó de rodillas aun con los vibradores colgado de su sucia pucha y comenzó a toser mucho. Yo estaba más que satisfecho. Saque de un golpe los vibradores de su vagina (lo cual felizmente la lastimó), dejé los nuggets de pollo, tomé la laptop salí del cuarto y sólo regresé para llevarle, sábanas limpias, ropa nueva y una tazón con helado. -Esto es lo que se ganan las putas buenas- La bese en la boca y me fui.