Rosalba, un viaje de placer con mi primo (Segunda Parte)
Fecha: 01/04/2018,
Categorías:
Incesto
Intercambios
Autor: Little Sex Warr, Fuente: CuentoRelatos
... reventarse y un glande rojo e inflamado que empezaba a emerger de su vaina protectora, yo me recosté en la orilla de la cama, ofreciéndole mi vagina que para ese momento ya estaba totalmente húmeda. Sin perder el tiempo, mi primo sumergió su cara entre mis piernas, elevando el nivel de humedad con su lengua y su saliva, mientras hacía esto, observe que, en la silla, Lucy se acomodaba sobre su marido y empezaba a clavarse aquel enorme tronco entre grititos y suspiros, hasta tenerlo totalmente dentro de ella. A pesar de que sabía que el pene de Antonio me llenaría de placer, no podía dejar de pensar en el tronco de Mario. Tan caliente estaba, que, colocándome en cuatro patas, le pedí a mi primo que me poseyera en ese mismo instante, sin dudarlo, Antonio me clavo su verga de forma salvaje, tal como había sido la noche anterior, ahora ambas mujeres gritábamos de placer y ambos hombres resoplaban de excitación. Después de un rato, Lucy, se pasó a la cama, acostándose boca abajo y ofreciéndole las nalgas a su marido mientras yo cambiaba de posición con Antonio, empezándolo a montar de frente. Esto me dio la oportunidad que buscaba, quede de frente a Mario, casi cara con cara, por lo que me acerque a él lo más que pude, y en forma de susurro le dije lo mucho que lo deseaba. Lucy y yo, llegamos a nuestro primer orgasmo casi de forma simultánea y cuando ella busco una nueva posición con su marido, este me tomo de la cara y me planto un sensual beso en la boca, dando la pauta para ...
... cambiar de pareja. Mientras Mario se acostaba boca arriba, dejando aquel enorme tronco listo para ser montado, note cierta molestia en Lucy, quien, por lo visto, no había considerado, observar como su marido se revolcaba con otra mujer frente a ella. Se paró de la cama y se retiró hasta la ventana del balcón, como observando la ciudad, afortunadamente Antonio, sacó a relucir su experiencia con otras mujeres, pues mientras yo me iba ensartando aquel pedazo de carne que había sacado lo más puta de mi ser, el abrazo a Lucy por la espalda, besándola en el cuello y sobando con su enorme polla, en medio de sus piernas, buscando un pequeño resquicio, para penetrar su lampiña vagina. Al principio con disgusto y tratando de evitar el contacto con mi primo, hasta que, entre ligeros gemidos de placer, poco a poco, Lucy fue abriendo sus piernas para dar acceso a ese intruso desconocido, como después supe, nuestra anfitriona, jamás había tenido relaciones con alguien diferente a su marido, por lo que esta nueva experiencia la perturbaba por completo. Entre más verga le daba Antonio, nuestra anfitriona fue disfrutando cada vez más la experiencia. Y vaya que lo disfruto, pues durante el resto de la noche y aun a solicitud de su marido, Lucy no accedió a cambiar a su nuevo amante, y en señal de venganza, demostraba a grito abierto, el placer enorme que le proporcionaba aquel largo punzón dentro de ella. Por lo cual, yo me pude dar el lujo de abrirme por completo al tronco de Carlos, que exigía ...