Carpe Diem
Fecha: 02/04/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Era muy pronto todavía para Sara y para mí. Las dos estabamos haciendo cola para entrar en la discoteca de moda. Había mucha gente pero no nos importaba esperar. Sara se puso detrás de mí. La fila iba avanzando muy despacio cuando percibí como su cuerpo se pegaba cada vez mas al mío. No me moví, para separarme de ella al contrario aumente la presión y el roce se hizo más intenso. Notaba como se me clavaban sus pezones en mi espalda y sentí un gran estremecimiento. Me estaba excitando tanto que fue entonces cuando me di cuenta que la quería poseer. De repente se acerco a mi oído y comenzó a hablarme en voz baja con un tono muy dulce, de lo bien que lo íbamos a pasar las dos juntas esa noche en la discoteca. Notaba sobre mi culo, el vértice de sus nalgas que parecía agitar levemente como si me estuviera penetrando. Cuando estabamos sacando las entradas quedamos una enfrente de la otra, ella tenia el rostro encendido y un brillo especial en los ojos, pude entender en ese momento que ella también me deseaba. En la entrada se apresuro y me cogió de la mano, su mano estaba temblando encima de la mía. Cogí su mano fuerte y entrelace mis dedos con los suyos. No estaba dispuesta a perderla… Mientras nos hacíamos un hueco entre la multitud para adentrarnos en la barra, no dejaba de mirarme con sus preciosos ojos verdes. - Oye, porque no vas a pedir tu. Le dije. No muy lejos, detrás de una columna había visto a unos chicos como estaban pasando éxtasis. Era una locura pero quería pasar ...
... una noche salvaje junto a ella. - ¿Qué quieres tomar?. Cuando llego con las copas, me ofreció la mía, y muy suavemente se dispuso a tomar un trago de la suya. Al terminar, me fije en la forma tan sutil que se había pasado la lengua por sus carnosos labios para relamerse, muy lentamente, sacando la puntita, moviéndola de izquierda a derecha. - Uhm, que sed que tenia. Me dijo. En ese instante pude imaginármela jugando con su lengua entre mi chocho y bebiendo todos mis jugos. Tras haber tomado unas cuantas copas y hablar sobre la escapada, la empuje hacia la pista de baile, después de todo me había puesto super cachonda. - Vamos a bailar Sara. Esta vez paso ella delante, y pude contemplar por primera vez aquel bonito trasero balancearse rítmicamente de un lado a otro mientras caminaba. Llevaba puesto un pantalón vaquero que hacia resaltar su culito duro y apretado. No lo pude evitar y la cogí de la cintura apretándola hacia mí. Ella se giro y me dijo: La cogió y sin preguntar nada se metió el trozo de pastilla en la boca, yo hice lo mismo. La música sonaba cada vez mas fuerte, las luces empezaban a hacer unos guiños extraños y muy intensos, mi cabeza comenzaba a dar vueltas sin ningún rumbo y mi corazón se aceleraba. Creo que a ella le ocurría lo mismo, porque movía sus brazos y su cabeza de manera brusca haciendo que su pelo oscuro cayera sobre su cara mojada por el sudor. Su camisa empezaba a trasparentarse, pudiéndose distinguir sus hermosos y enormes pezones. Me cogió de los ...