1. Carpe Diem


    Fecha: 02/04/2018, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... hombros y empezó a bailar conmigo, quedando sus tetas a la altura de las mías que ya estaban durisimas. Se acerco a mi mejilla y su respiración se hacia mas fuerte. Mis bragas estaban empapadas y ella solo hacia que juntarse mas a mí, sus muslos estaban junto a los míos, yo la acompañaba en sus movimientos. Al momento recostó su cabeza en mi hombro y acerco sus labios a mi cuello pude notar como me daba pequeños besos humedecidos por su lengua. Le puse mi mano en su barbilla levantándola y le dije al oído: - Sara acompáñame al servicio, mientras le daba un suave mordisquito en el lóbulo de su oreja. Al llegar nos metimos corriendo en el primer baño que estaba abierto. Era un retrete de un metro cuadrado, pero lo suficientemente acogedor para llevar a cabo nuestras intenciones. Ella quedo delante de mí, contra la puerta, la cual me apresure a cerrar rápidamente con el pestillo. Comenzó a reírse pero no dijo nada, simplemente se acerco a mi boca y me dio un beso en los labios. Abrí un poco mi boca y note la sensación de como su lengua jugaba con la mía, nos besamos profundamente, un beso pasional, nuestra respiración era jadeante, un momento interminable en el cual pude comprobar lo rica que estaba su saliva. Mis manos comenzaron a recorrer su cuerpo de arriba a abajo descubriendo sus curvas tan perfectas, la cogí por detrás apretándola de sus nalgas fuertemente, mientras le mordía con delicadeza su pequeña lenguecita viperina. Ella introdujo su mano por dentro de mi pantalón ...
    ... y empezó a introducir su dedo por mi ano. Mis manos pasaron a la acción, acariciaba sus tetas con mucha ternura, sus pezones estaban a punto de estallar y procedí a levantarle la camiseta. Que maravilla. Tenia unos pezones muy bonitos, con una aureola perfectamente redonda. Los cogí con mis dedos y empece a pellizcarlos, ella estaba poseída por el placer que le estaba dando. Me lance a devorarle los pezones, sacando toda la lengua y mamando de ellos como si fuera un bebe. Ahora ella estaba metiendo su dedo más rápido en mi culo y no podía dejar de gemir. Volví a su boca caliente, y mezclamos otra vez nuestras lenguas, esta vez más sueltas. De repente, llamaron a la puerta. No se porque nos pusimos nerviosas. Abrimos la puerta, y le dijimos que no estabamos tomando nada, simplemente que Sara estaba un poco indispuesta. El hombre se disculpo por haber interrumpido de esa forma tan brusca en el servicio de chicas, pero que habían ido a la barra a protestarle de que el baño estaba cerrado mucho tiempo y no salían de dentro. Decidimos irnos del local. Cuando salimos, nos cogimos de la cintura muy complicemente y apoye mi cabeza sobre ella, mientras le decía: Al ir hacia la playa, cuando no pasaba nadie por la calle bajaba mi mano y la metía en el bolsillo de su pantalón y apretaba fuerte su culo, sentía mis bragas calientes y me moría de ganas por acariciar su cuerpo desnudo. Ella solo hacia que reírse y mirarme con cara de lujuria. Una vez en la playa pudimos distinguir un puesto ...