JUEGOS INFANTILES
Fecha: 03/04/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Pero el diablo es diablo y la carne es débil. Un día que estaban especialmente revoltosas sucedió algo que cambio el curso de nuestros juegos. Adriana con 7 años y gloria con 5 y medio, cabe anotar que ya las había matriculado en un buen colegio. JUEGOS INFANTILES Algunos pensaran que lo que les voy a narrar es una falta de moral, pero nadie sabe con la sed que otro vive, ni las circunstancias del porque suceden las cosas. A raíz de un funesto accidente sufrido por mi esposa, quede viudo a cargo de mis hijas, 2 preciosas niñas, la menor Gloria de 1 año y medio y la mayor Adriana de 3, y yo de 24 años. Yo trabajaba como administrador de una pizzería la cual requería mucho de mi tiempo, por lo cual me vi obligado a renunciar para atender a mis niñas, con la liquidación del trabajo, el seguro de mi esposa, y el producto de la venta del coche en que se accidento reuní un pequeño capital, hice contactos con varias fabricas de confección de ropa y me dedique a las ventas al por mayor. Afortunadamente conté con la colaboración de una señora mayor que previo pago cuidaba de mis bebes cuando mis compromisos me obligaban a dejarlas solas en el día. Así pude sortear los 3 primeros años, mis hijas crecían lindas pero muy inquietas o como dicen ahora hiperactivas, el problema era en las noches después que la señora se marchaba, debía ducharlas, darles la cena y entretenerlas antes de acostarlas, entonces idee una serie de actividades, unas veces les leía un cuento, otras jugábamos a ...
... guerra de almohadas pero empecé a notar que lo que más las calmaba eran los juegos donde había contacto físico, abrazos fuertes, al caballito, a las luchas y lo que mas les gustaba, a las escondidas porque cuando las encontraba me las comía a besos en el alboroto de sus risas. Después la lucha era su juego preferido, yo me dejaba vencer y me hacia el muerto, ellas aprovechaban y se me montaban la una en una pierna la otra en un brazo o donde fuera y se excitaban sobando sus conchitas como masturbándose cosa que a mi me agradaba y a veces me causaba erección pero no dejaba que ellas se dieran cuenta, cuando las notaba bien calientes me levantaba con gran alboroto y las asustaba, para ellas eran juegos inocentes. Pero el diablo es diablo y la carne es débil. Un día que estaban especialmente revoltosas sucedió algo que cambio el curso de nuestros juegos. Adriana con 7 años y gloria con 5 y medio, cabe anotar que ya las había matriculado en un buen colegio. Las invite a jugar a las estatuas serias, que consiste en que ellas se sentaban quietas y yo les hacia cosquillas, la que se riera o hablara perdía y se iba a acostar. Yo estaba recostado en mi cama y mis hijas se sentaron frente a mi en posición de loto, una a cada lado, pero Adriana abrió mucho las piernitas y se le subió el camisón, le vi la vaginita peladita, abierta, se había olvidado ponerse las bragas, a pesar de que se la había visto tantas veces al ducharla y aun lavársela con jabón mi miembro se me paro, me tape con una ...