Siempre hay una tercera vez - Relatos Eróticos

Siempre hay una tercera vez

... me hizo mojar del todo. Yo seguía disfrutando de la verga de Lucas enterrada hasta el fondo de mi garganta, cuando Martín me quitó la tanga a manotazos, con desesperación…Entonces enredó su mano en mis cabellos y me obligó a tragarme toda entera la verga de su amigo. Me atraganté con ella y comencé a ahogarme, mientras Martin decía:“Estás caliente y querías coger, putita, acá te vamos a coger bien duro entonces”Sentí entonces un tremendo pedazo de pija bien grueso rozando mis labios vaginales; esa cosa enorme buscaba desesperadamente entrar en mi ahora humedecido orificio.De repente me penetró violentamente y yo pude zafar de la mano que apretaba mi cabeza y me lancé hacia atrás, dejando la verga de Lucas libre y gritando y aullando desenfrenadamente en éxtasis…Martin comenzó a bombearme, cada vez con más ímpetu. Su pija no era demasiado grande, solamente la cabeza era desproporcionadamente gruesa con respecto al tronco. Cada vez que esa cosa se movía entrando y saliendo en mi concha, me provocaba un gemido de placer tremendo…Yo quería coger, sentirme dominada y abusada. Lucas ya no se conformaba con mi boca; quería mi culo y así se lo pidió a Martin, que de repente me sacó su verga de mi concha y me hizo poner de pie.Lucas enseguida me aferró por los cabellos y me hizo adoptar la posición a cuatro patas, como una verdadera perrita.“Ahora es mi turno, vas a seguir probando mi rica verga, pero por el culo, perrita”.Su verga seguí durísima. Lucas escupió sobre sus dedos y me ...

... lubricó la entrada anal.Enseguida sentí la cabeza de su enorme verga abriéndose paso en mi canal rectal. Pronto la tuve toda adentro y levanté mi cabeza para gritar como loca, mientras el pibe comenzaba a bombearme de manera salvaje.Me aferró con firmeza por mis caderas y me cogió el culo bien duro, sin compasión, gritando, gruñendo y ladrando como un perro todo el tiempo. Pronto acabó y pude sentir su semen caliente invadiendo mi recto.Apenas Lucas sacó su chota chorreante de mi culo, Martin me hizo girar boca arriba y enseguida sentí otra vez su cabezota abriendo mis labios vaginales.Tomó mis tobillos y los colocó sobre sus hombros, logrando con ello una penetración muy profunda. Sentí su verga que me llenaba a fondo, bombeándome otra vez con más ímpetu que antes.De todas maneras no duró demasiado. Yo de repente tuve un orgasmo intenso que recorrió todo mi cuerpo y explotó en mi cabeza, provocándome un aullido de placer que debió oírse en varios kilómetros a la redonda…Eso aceleró las embestidas de Martin en mi ahora bien dilatada vagina y pronto el chico también acabó vaciándose bien profundo en mi cuerpo.No tuve tiempo ni para relajarme, ya que enseguida Lucas volvió a ocupar el lugar de su amigo y me penetró analmente otra vez.Así estuvieron turnándose durante horas; uno en mi vagina y otro en mi culo; Me dieron bien duro entre ambos, pero Martin siempre deseoso de llenarme la concha de leche y Lucas desesperado por romperme el culo.Mientras amanecía me penetraron entre ...