Siempre hay una tercera vez - Relatos Eróticos

Siempre hay una tercera vez

... los dos al mismo tiempo; yo cabalgando a Martin y Lucas detrás de mí sodomizándome a gusto. Fue el mejor momento…Después de acabar los tres casi al mismo tiempo, los dos pibes quedaron prácticamente mudos, parecían exhaustos de tanto cogerme…Yo todavía podía seguir otra ronda, pero ellos no me habrían podido seguir el ritmo.Comencé a vestirme buscando mi diminuta tanga, pero cuando intenté ponérmela, se pelearon entre ellos por conservarla como trofeo y finalmente, después de tironear bastante, la desgarraron y se llevaron cada uno un trozo de recuerdo…Me dejaron junto a mi auto estacionado y se despidieron diciendo que nunca habían cogido tan bien a una putita como yo… y que me esperarían en esa zona si quería volver a experimentar algo parecido. Me ofrecieron juntar más amigos y les pedí que lo hicieran.Una vez en mi casa, me miré al espejo y encontré restos de semen en la cara y los cabellos. Disfruté de un baño caliente de inmersión y antes de acostarme me masturbé pensando en la tremenda cogida que me habían dado esos dos pendejos.