1. Los senos de Olga, una fantasia


    Fecha: 06/04/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... quisiera masturbar; yo no aguantaba más el deseo sexual teniendo tan cerca de aquella mujer que me había llevado a tantos momentos de excitación y a masturbaciones deliciosas; ante la actitud de ella, bajé mis pantalones y tomé mi verga entre las manos, le dije que quería masturbarme en su presencia, sobre sus senos y ella aceptó me dijo que quería que yo quedara satisfecho, frenéticamente movía mi verga entre las manos, a tiempo que me dedique a lamer las tetas de Olga, a darles lengua, a coger con mis dientes sus pezones y hacerle sentir placer también a ella; Olga se retorcía y gemía de pura satisfacción sexual, tomaba mi cabeza con sus manos y la empujaba más y mas hacia ella, yo seguía masturbándome, disfrutando de algo que consideraba inalcanzable, seguí lamiendo sus senos y cuando ya me di cuenta que estaba punto de tener un fuerte orgasmo, le dije que quería echar mi leche sobre esas tetas deliciosas y ella me dijo que lo haga, que quería que yo lo haga, y en ese momento me subí sobre ella y dejé en sus senos un inmenso chorro de semen, mientras yo miraba su rostro de satisfacción, tan excitada estaba en ese instante que ni siquiera quería limpiarse la leche que había caído en sus tetas, yo ya no las sobaba pero ella gemía y me pedía que no la deje así, que la masturbe, que quería tener su propio orgasmo y cómo no iba a satisfacerla después del delicioso placer que me había proporcionado. Le dije que quería hacerla correr con mi lengua, y entonces Olga retiro por ...
    ... completo su brasier de encaje y sus hermosos melones quedaron frente a mi boca, saque mi lengua y empecé a darle lengua en las tetas, lengua de forma repetida, ella se echaba hacia atrás y me pedía mas y mas, mas, más, ya no aguantaba, en un instante tomó mi cabeza y llegó a un orgasmo pleno y delicioso, el mismo que me agradeció luego con un beso húmedo y profundo. Olga y yo nos habíamos masturbado y pudimos calmar nuestra excitación, pero la ocasión no se podía desaprovechar, estábamos solos, no teníamos ninguna prisa, nadie nos esperaba, nos encontrábamos en una habitación de hotel, sitio muy discreto, nadie se había dado cuenta de nuestro ingreso a ese lugar. Aunque los dos quedamos exhaustos, yo le dije Olga que quería hacer el amor con ella y ella, que tenía aun su brasier casi en la cintura y había dejado descubiertos sus deliciosos senos, dijo que si y lo hizo sin palabras, simplemente me tomó del cuello y empujó mi cabeza nuevamente hacia sus hermosas tetas, las mismas que comencé a mamar de nuevo, a colocar mi lengua en los pezones que se encontraban duros, lo que excitaba profundamente a Olga, mientras chupaba sus senos, mi mano buscaba la forma de bajar sus pantalones, pero fue ella la que me recordó que no teníamos prisa, que estábamos solos, y teníamos a nuestra disposición esa cama ancha, grande, en la que podríamos gozar muchísimo, todo lo cual aumentó al máximo mi excitación y los deseos de gozar a tope a esa sensual mujer que era Olga. Ella me tomó de la mano y ...