Mari Carmen, una madre muy ardiente. 4.
Fecha: 06/04/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: hagen2012, Fuente: SexoSinTabues
... gran polla suya al alcance. Pili está cachonda. Muy cachonda. Se abre de piernas, y se mete el cable de la ducha por entre los muslos mojados. Su sonrosado y juvenil coñito, una dulce rajita estrecha y recubierta con poco pelo, recibe las suaves caricias del cable de plastico y de ese modo, Pili se masturba , meneando el cable adelante y atrás, una y otra vez, hasta alcanzar un nivel de excitación casi insoportable. -Ooohh…ohhh…siii…- gimotea la dulce veinteñaera, masturbándose lasciva en el baño. Su idea es llegar al orgasmo, correrse allí mismo, manchando con sus jugos la cerámica de las paredes y la bañera. Pero no puede ser. Una voz imperiosa la obliga a salir de su ensimismamiento obsceno y lujurioso. -¡Pili!- grita su madre desde el otro lado de la puerta-¡Termina de una vez, estás tardando mucho!¿Qué estás haciendo ahí dentro, eh? -¡N. na. nada, ma. mama…nada, ya…ya voy, ya he terminado!- tartamudea, nerviosa, la dulce Pili, despertando de pronto de su solitaria aventura sexual. Deja el cable de la ducha, se sumerge aún más en el agua que desciende de arriba y da por terminada su sesión de limpieza mañanera. -Vamos , Pili, te estamos esperando para el desayuno…- le recuerda su madre desde la puerta. Y Pili, contrariada porque no ha podido terminar de masturbarse a gusto, sale del baño y empieza a secarse. La luz de la cálida mañana entra a raudales por las ventanas de la cocina. Sentados a la mesa, Pablo, Pili y su madre Mari Carmen, atacan las viandas del desayuno. ...
... Hablan de cuándo en cuándo, pero cada cual está sumido en su propio mundo, un mundo que, ahora, es muy sexual para los tres allí reunidos. Pablo, sobre todo, casi no puede contenerse. Junto a él, está su madre, vestida con uno de sus trajes de andar por casa de color azul. La excitada madre no lleva nada debajo del traje, nada de nada. Sus piernas están a la vista y sus grandes pechos se traslucen a través de la tela . Pablo, mientras come, oscila entre la contemplación de su madre y sus potentes melones casi a la vista , y su hermana, frente a él, a la cual se le transparentan los pezones, endurecidos, a través de la camiseta. Y así, el pobre chico tiene una erección impresionante, y el bulto de su entrepierna parece un volcán a punto de explotar. Mari Carmen, por su parte, está excitada, no en balde acaba de comenzar la mañana follando con su propio hijo, para a continuación hacerle una mamada inconclusa que lo ha dejado empalmado y sobreexcitado, pero que también la ha dejado a ella con unas casi irrefrenables ganas de sexo. La cuarentona madre nota como el calor de su coño ansioso le trepa por el estómago y alcanza todo su cuerpo, poniéndola tan cachonda que tiene que esforzarse para no masturbarse delante de sus hijos. En un momento dado, además, ha podido atisbar la monumental erección de Pablo, imposible de ocultar, un grande y poderoso montículo en la entrepierna del chico que amenaza con desgarrar los pantalones. Mari Carmen, a pesar de que intenta refrenar su deseo de ...