Ahora quiero más.
Fecha: 06/04/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: Closetxldx, Fuente: SexoSinTabues
Decubrí los placeres de la verga y ahora quiero más. Otra vez era de noche, estaba a punto de empezar lo que siempre hacía ya estando a solas. Abrí el baúl que tenía bajo mi cama, saqué una tanga tipo hilo dental, la acerqué a mi nariz, disfruté su olor pues aun olía a mi virgen culo. Después saqué unas medias, por último tomé un brasier, puse todo sobre la cama. Estaba apunto de desvestirme para ponerme lo antes mencionado, de repente, oí que alguien tocaba la puerta de mi cuarto, mi cuerpo se estremeció, no sabía que hacer con lo que tenía sobre la cama, inmediatamente lo puse todo bajo mi almohada. –Entra, mamá –dije con nerviosismo–. –«No hace falta –dijo mi madre con la voz tan dulce que la caracteriza– solo te quiero recordar que mamá saldré temprano, a las 5 o 6 de la mañana y llegaré hasta el otro día». Oír eso provocó que mi cuerpo vibrara de alegría, ¡significaba que tendría todo un día para andar «cómoda» –así decía cuando me travestia– por toda la casa! Ya no puse atención a lo demás que me dijo, seguro eran cosas sin importancia. Cuando noté que había terminado de hablar dije «ajá». No cabía de la emoción. Cerré con seguro la puerta de mi habitación por si a mi mamá se ocurría volver. Rápidamente me desvestí y me coloqué el brasier, la tanga y las medias, sentir roce de esas prendas en mi piel me hacía sentir liberada, «cómoda». Tome me laptop y en una página de incógnito –siempre era muy precavido– puse porno. Me imanaba siendo la mujer mientras la penetraba ...
... esa verga tan grande. Al final ya no terminaba de ver el video pues me empezaba a masturbar, con una mano me acariciaba un pecho y con la otra mi pequeño pene. Dejaba de tocarme el pecho y tomaba un cepillo de dientes vibrador que tenía en mi buró, poco a poco lo iba frotando en mi ano, me excitaba tanto, antes de que pudiera introducirlo totalmente, sentí espasmos en mi pene, casi inmediatamente empecé a eyacular, sentí mi semen caliente escurrir por mi pene, tomé un poco con mi dedo y lo introduje en mi boca. Me encantaba ese sabor salado del semen. Mi mayor deseo era poder sacarle a alguien más y probarlo. Ya eran las 7 de la mañana, no sentí el momento en que había quedado dormido. Aún tenía puesta mi ropa de niña, ya no me importaba, no había nadie en mi casa. Fui corriendo al cuarto de mi mamá, rápidamente abrí su closet, me probé todos sus vestidos y zapatos. Me gusto un vestido rojo, corto, hacía que se me remarcaran mis bien y ricas nalgas. De zapatos escogí unos de tacón del 11. Me paré frente al espejo y no pude evitar llorar de la emoción, ¡mi cuerpo lucía como el de una auténtica señorita! Rápidamente me empecé a maquillar, sabía como pues había visto a mi mamá y a mis compañeras de escuela. Había quedado hermosa, ¡irreconocible!, gracias a Dios mi cabello largo rubio encajaba muy bien. Estaba a punto de ir a mi cuarto por mi laptop para ver porno y masturbarme, cuando de pronto oí que alguien llamaba en la puerta, no pude evitar sentir miedo, –«no iré, dejaré que ...