1. Helena en el hospital


    Fecha: 07/04/2018, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... de ese monumental cuerpazo y fue descendiendo muy lentamente, hasta sentir que la enorme cosa se abría paso en su lubricada concha.Ella cerró los ojos y gimió un poco al sentir semejante pedazo de carne entrando en su cuerpo, pero enseguida me miró y sonrió, dejándome saber que estaba gozando como siempre. El pibe parecía desmayado, ni siquiera se movía. Creo que no podría creer la suerte que había tenido esa noche de guardia, en la cual seguramente todo sería muy aburrido y rutinario. Mientras Helena se balanceaba con la pija enterrada hasta el fondo de su vagina, yo subí a la cama por el otro lado y nos dimos unos besos de lengua muy profundos y sofocantes. Entonces me di cuenta de que el enfermero se despertaba, ya que comenzó a abrirme los labios vaginales suavemente con sus dedos…la sensación era muy placentera, así que decidí tratar de llegar hasta el final.Mi amiga estaba casi al borde del orgasmo, sus movimientos eran cada vez más prolongados, embistiendo con fuerza el cuerpo del chico, que ahora me había sujetado por las caderas inmovilizándome, mientras sentía que su lengua comenzaba a recorrer mi ahora inflamado clítoris. Acabé antes de que lo hiciera Helena, ...
    ... suspirando y jadeando muy suavemente. Me desprendí del abrazo del chico y bajé de la cama, justo cuando mi amiga dejaba escapar unos gemidos muy agudos, señal de que había alcanzado por fin un orgasmo infernal. Después fue disminuyendo el ritmo de su balanceo y entonces abrió los ojos, mirando al pibe que todavía no había acabado.Se salió de encima y entonces se abalanzó sobre esa poronga enorme, lamiéndola y metiéndosela todo lo que podía dentro de la boca. En pocos minutos el chico finalmente arqueó la espalda y acabó en los suaves labios de Helena, que no desperdició ni una sola gota de semen. Lo miró con dulzura y desapareció dentro del baño. Entonces el atrevido me miró con descaro, mostrándome que todavía su verga seguía bastante dura y apetecible, pero entonces sonreí y le dije “basta nene”.Helena salió del baño, le agradeció el buen momento con un prolongado beso y allí lo dejamos, tendido desnudo en la cama, con cara de no poder creer lo que había sucedido. Nos fuimos de la mano hasta la habitación donde dormía su madre, verificamos que todo estaba bien y emprendimos el regreso… aunque todavía era temprano y nuestros esposos sabían que íbamos a tardar un rato largo… 
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