Días previos a su boda
Fecha: 08/04/2018,
Categorías:
Voyerismo
Sexo Duro
Tabú
Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster
... mis amigas en el centro comercial.Sin cortar la llamada, cambiamos de postura. Yo me recosté sobre mi vientre en la cama y le tocó a Roberto el turno de montarme. Fue entonces él el jinete y yo la montura.El muy canijo comenzó a arremeterme con tal frenesí que me hizo gritar varias veces, por lo que decidí mejor cortar. Le di cualquier pretexto a Álvaro y le colgué. Apagué el aparato para que ya no nos volviera a m*****ar. Ya me las vería después con él. Eso en aquel momento era lo que menos me importaba.—Te pasas, ves que estoy hablando y tú dándome bien recio —le dije—. Pero ahora vas a ver.Me giré y me comí sus labios a besos y, posteriormente, su tranca a sentones.Lo cabalgué cual vaquera experta queriendo domar a indómita bestia. Violenta y bruscamente. Por primera vez me di cuenta de la energía que me desbordaba”.Tal testimonio me dejó asombrado. Excitado y asombrado, la mera verdad. Quizás, más que por lo narrado, por el hecho en sí de queJazmín me lo confiaba sin reparo alguno. No sabía lo que la había impulsado a contármelo.De repente escuché un timbre y vi que provenía del bolso de Jazmín quien sacó su teléfono y contestó.—¿Bueno...? Ah, sí. Entonces ya estás listo... Perfecto. Sí ya terminamos, ¿okey? Ya, ya partimos... Muy bien entonces allá nos vemos. Bye. —Jazmín dijo y colgó.Tras cortar la llamada, me vio y sonrió.—Bien, ¿nos vamos? —me dijo.Yo, que tras oír su historia me había quedado atontado, no entendí. ¿Es que había hablado con su futuro marido con quien ...
... ya tenía una cita? No sé. Lo cierto es que nuestra conversación había acabado y partíamos del restaurant.Minutos después, ya íbamos dentro del auto. Ella había pagado la cuenta pues se había empeñado en ello. Según decía, estaba muy agradecida conmigo por haberle presentado a Roberto así que, además de haberme invitado en el restaurante, me tenía preparada una sorpresa.La sorpresaSin podérmelo creer, después de haber seguido sus indicaciones, Jazmín me señaló la entrada a un motel, indicándome que me metiera allí mismo.Tras pagar, metí el auto en el estacionamiento de una de las villas.—Estoy por demostrarte lo agradecida que quedé por lo que me hiciste. Te voy a brindar la experiencia sexual más memorable de tu vida —Jazmín me prometió.Eso parecía un sueño; la realización de la más deseada fantasía. La mujer que más he deseado ofreciéndome lo que más he anhelado.Después de salir del auto subimos a la habitación.El aroma de la limpieza del lugar me colmó. Ese olor quedaría por siempre ligado en mi memoria con tan particular momento, sin duda.La iluminación era tenue, cálida. Bajo esa ambarina luz, Jazmín corrió el cierre de su ajustado vestido rojo y se desprendió de él.La piel era tan tersa y uniforme. Morena y bien firme; no había flacidez en ningún miembro. Todo su cuerpo estaba bien entonado en curvas que iban de lo sugerente a lo francamente incitador. «Y por Dios, esas nalgas, Señor, esas nalgas». Las caderas apenas eran la voluptuosa invitación, pero cuando le mirabas ...