UNIVERSITARIO 10
Fecha: 09/04/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: trujillano_hot, Fuente: SexoSinTabues
... duda alguna de lo que debía hacer. Primero de todo lubriqué bien ese pedazo de goma, obviamente con mis propios métodos, pues no había sido tan considerado de ponerle lubricante o dejarlo cerca. Me arrodillé en el suelo, no sin quitarme antes la ropa, y comencé a lamerlo suavemente. Mi mente se imaginaba que era la propia de mi dueño, aunque la realidad era que ni de lejos era tan grande y gorda, y eso me hacía babear aún más. Al mismo tiempo comencé a meterme dedos en mi propio culo, para ir haciendo hueco y, de paso, ponerme más cachondo. Definitivamente, la había dejado bien pringosa y lista para ser usada. Me levanté y apoyé mi culo contra el dildo. Gracias a Dios que había estado toda la noche preparándome con el dildo pequeño, pues de lo contrario hubiese costado más. La apertura de mi culo cedió y pude comencer a notar el pedazo de goma entrando en mi interior y llenando las cavidades. Quería bajar hasta el fondo, no me basta sólo con la punta, así que poco a poco mi ano fue cediendo más y más al enorme dildo. Por fin choqué con la base y noté la fría tapa del váter contra mis nalgas Ahí estaba yo, sentado en la tapa del váter de un baño público de la universidad, sin pestillo echado. Y sin que nadie me lo tuviese que ordenar, y no se ya si por gusto o por serle aún más perra a mi amo, comencé a montarlo como si de una polla real se tratara, arriba y abajo. No sé que sentimiento me llevaba a hacer aquello, pero recorría una y otra vez lo largo del dildo. De repente, ...
... pasos. No estaba solo dentro del baño. El pestillo no estaba echado. No sabía que hacer. Si era Pablo, debía permanecer sin echar el pestillo, con el dildo metido hasta el fondo y las manos sin taparme nada, bien expuesto, como a él le hubiese gustado. Si era otro, la había cagado. No sé ni cómo podría reaccionar. Apreté fuertemente contra la base del dildo, para que al menos no se viese que estaba sentado sobre él, pero eso también conllevó un daño tremendo. Sólo esperaba que si alguien mirase por el hueco del suelo, se pensase que estaba cagando, y si llegaban a abrir un poco la puerta, la cerrarían inmediatamente al ver que estaba ocupado y sin llegar a ver exactamente lo que pasaba. Los pasos se acercaron y se pararon delante de mi cuartito. No había motivo para ello, así que pensé que necesariamente debia ser mi amo que venía a comprobar si hacia bien mi trabajo. Me coloqué bien, cogí la taza con las manos, de tal manera que mi cuerpo entero quedaba expuesto, y esperé. La puerta se abrió lentamente y empecé a moverme un poco sobre el dildo de la excitación. Pero el que había ahí no era mi amo. Un puto niñato se encontraba en el marco de la puerta, y se partía de risa. Instintivamente me tapé con las manos y quise cerrar la puerta con el pie, pero el tipo lo evitó. Me moría de vergüenza, pero a él parecía que le daba igual. Sin embargo, dejó ir la puerta y volvió a dejar que se cerrase. No sabía donde meterme, quería colarme por el mismo váter y desaparecer. Sólo quería que ...