1. Sueño de una noche de verano


    Fecha: 09/04/2018, Categorías: Sexo con Maduras Primera Vez Tabú Autor: Femmefatale969, Fuente: xHamster

    ... pantalón oscuro, pelo muy corto y entrado en canas. Se dio la vuelta como si me hubiera visto llegar, sonrió. Sus ojos claros me miraron con ansia, mi cuerpo se sublevó como nunca hubiera pensado. Un fuego recorrió mi estómago y mis entrañas a la vez que la versión más salvaje de mí saltaba a la luz.Corrió hacia mí y me abrazó diciendo, estás preciosa, ¡¡ los años hacen maravillas en ti !! Cada día más bella. Me ruboricé por el comentario y por la situación. Notaba su cuerpo musculoso a mí alrededor. Estaba encendida. Me separé un poco y después de algunas frases sin más sentido le pregunté, ¿en qué hotel paras?.- Ah bueno, aún ninguno, había pensado coger cualquiera más o menos cerca de la estación. A menos que tú tengas otra idea.Joder, será descarado el tío, directo y sin rubor. Me quedé parada un instante y la hembra libre que salía a instantes de mi, cuando la razón no pensaba más de la cuenta, dijo de repente: “Vente a mi casa a dormir, hay camas de sobra”. Dije de repente, recreando la famosa frase de Cortazar.- ¿No te importa de verdad? ¿Y tu marido, qué va a decir?- Bueno, en realidad no va a decir nada, está en la playa con los niños.Sus ojos se iluminaron mientras decía, “Gracias por tu hospitalidad, intentaré no ser una m*****ia”. Aunque estoy segura de que él también conocía a Julio Cortazar.Estuvimos paseando por el Retiro un largo rato, buscando los rincones más escondidos, a momentos nuestras manos se rozaban, o me cogía del hombro, o nos parábamos y me ...
    ... miraba con una mirada que me abrasaba por dentro. Hablamos y hablamos, reímos, nos emocionamos, estaba feliz, me encontraba como una colegiala que va de la mano de su primer novio y está esperando el primer beso. Tomamos algo en una terraza y luego fuimos hasta O´Donell a coger un taxi.Fuimos a casa, mi barrio de toda la vida según le fui contando. Al entrar en el portal y oler la cotidianeidad de mi vida me paralicé, ¿pero qué estoy haciendo? Pensé ¿Es verdad que estoy metiendo a un extraño a dormir en mi casa? Lo siguiente que recuerdo es cómo mi dedo índice marcaba el 7 del ascensor. Me miró fijamente con unos ojos que me devoraban, cogió mi talle, me acercó a él y me besó. Su lengua recorrió mi boca, saboreando cada rincón, despacio, como si el tiempo se hubiese detenido en el ascensor, mi lengua, parada, esperaba sin reaccionar, pero mis labios se entreabrieron un poco más, dejándose hacer, que es una forma, como otra de hacer. Mis barreras estaban derrotadas.Entramos en casa y después de acomodarse en la habitación de Juan, mi hijo mayor, le ofrecí ducharse. “Gracias, me vendría muy bien” Preparé una toalla en el baño de los niños y me fui al salón. Me senté, respiré con profundidad y de nuevo las luchas volvieron a mi cabeza. ¿Cómo es posible que me atreva a serle infiel a Pedro, con lo mucho que le quiero? Sin embargo, por algún motivo que aún hoy desconozco, sentía que esto no tenía nada que ver con él, que infiel es aquel que no sigue hasta el final lo que cree que tiene ...