1. La borracha madre de mi amigo


    Fecha: 10/04/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: flowhot, Fuente: RelatosEróticos

    ... curado en la silla. Lo tomamos entre los dos a duras penas, ya que era un peso muerto, y entre risas y estrellones, lo fuimos a botar a su cama, dejándole un basurero a su lado, por si le daban ganas de vomitar. A esa altura, también ambos, yo y la mamá de mi amigó, también estábamos bien pasados de copas y nos reíamos por cualquier cosa. La señora le saco los zapatos y le tiro un colcha encima , dejándolo con la luz apagada. Yo ya estaba por irme, cuando la señora llena los vasos nuevamente. Le dije que yo ya estaba listo, que había cubierto mi cuota, pero que para no despreciárselo, me lo tomaría para acompañarla. Me dijo que no me podía ir y dejarla tomando sola, que sería una falta de respeto y que se notaba que yo era un caballero con las damas. Como de costumbre, cada vez que bebo en exceso, despierta en mi lívido y sin querer empecé a ver a la mamá de mi amigo con otros ojos. A pesar de ser vieja, chica, fea y gorda, es también cierto que esa mujer, además que ese rechoncho y chico cuerpo, iba acompañado de un gordo culo y unas tetas bastante grandes, cosa que no era malo a esas alturas de la noche . Mientras bebía, la miraba y me reía de las cosas que decía, en clara evidencia de su embriaguez, pensando en cometer alguna locura con la madre de mi amigo. Sentados fuera de su casa, en una banca que tenían ahí, a cada rato ella se reía y me ponía la mano en la rodilla, apretándomela, hasta que en una broma , le dije que tuviese cuidado, que en cualquier momento se le ...
    ... iba a pasar la mano y que no iba hacer la rodilla lo que me tocara. Ella se rió y me toco ahora la pierna, para decir que no había encontrado nada en ese toqueteo. Ambos riéndonos de lo que pasaba, le dije que por poco no se había encontrado con �la sorpresa�, que de haberla encontrado , no hubiese podido dormir del susto. Ella muerta de la risa, me dijo que ya le habían llegado rumores de parte de su hijo que yo era un mujeriego y que seguramente tenía con que defenderme. Se acerca a la pequeña mesa a tomar su vaso y nuevamente coloca su mano en mi pierna, pero esta vez dándome un pequeño apretón, para luego pedirme perdón por volver a colocar su mano ahí. Le dije que no había problema, pero que lo justo era justo y colocándole la mano en su pierna, le di yo también un apretón. Ella volvió a reír diciéndome que le había dado cosquilla, cosa que me llevo a repetirlo causándole risa y llevándola a botar algo del trago al piso. En ese momento de descuido de su parte, me metí la mano al pantalón, y acomode mi verga ya algo despierta, por sobre la pierna, y si continuaba el juego tarde o temprano , la señora Silvia se encontraría con �la sorpresa�. Y así fue, una par mas de toqueteos de su parte hacia mí, cuando su mano, al agarrarme la pierna, se encuentra con un generoso bulto dentro de mi pantalón. De inmediato se dio cuenta de que se trataba y retirándola rápidamente, matándose de la risa, me dijo que era verdad que de tanto jugar se iba a encontrar con �la sorpresa�. Eso había ...
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