1. La borracha madre de mi amigo


    Fecha: 10/04/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: flowhot, Fuente: RelatosEróticos

    ... mi antojo, disfrutando del rechoncho cuerpo de la madre de mi amigo. Mi mano luego de manosearle por largo rato las tetas y el culo, le separó las piernas y comencé a mastúrbala fuertemente. La señora Silvia, de pie con sus piernas completamente abiertas, dejaba que el amigo de su hijo le acariciara el frondoso coño, comenzando a gemir suavemente por el placer recibido. No pasó mucho rato y le saque esa última prenda dejándola en pelotas acostada en la cama , terminado de desnudarme yo por completo. Asegurándome que la puerta estuviese con seguro, por cualquier cosa, me abalancé sobre ella, separándole las piernas , sumergiendo mi boca en su entre pierna , saboreando un mojado , viejo y peludo coño. La señora Silvia no lo podía creer. Años de conocerme y jamás en su mente, bueno ni en mi mente tampoco, había imaginado que ese amigo de su hijo le daría tanto placer. Llegaba a retorcerse de placer, sintiendo su coño invadido por mi lengua , restregándole la boca por todos lados, gimiendo de placer, hasta que casi suplicándome me pide que se la meta de una buena vez. Sin preámbulo, me monté sobre ella, apretándole sus grandes nalgas y de un solo empeñón , toda mi virilidad fue a parar dentro de la veterana. Comencé un lento mete y saca , haciendo estremecer a la viejita que me apretaba con todas sus fuerzas y gemía en mi oído , echándome el olor a trago, que en ese momento no me importaba. Una y otra vez mi verga se sumergió en esas voluminosas carnes, cada vez más adentro, ...
    ... escuchando miles de elogios a mi verga y a mi cuerpo, diciéndome que estaba rico , que se la metiera más adentro , que la llenaba por completa y oras cosas más. Luego de un buen rato, cambiamos de posición y la monte sobre mí. Me aburrí de chúparle las tetas una y mil veces, mientras ella se movía de adelante y atrás , ensartándose en mi verga, con su rostro mas arrugado aun , aguantándose las ganas de chillar, mientras la cama no dejaba de crujir entre la lucha que estabamos. Me daba algo de miedo que mi amigo escuchara el crujir de la cama de su madre, que casi se rompía con nuestros movimientos, pero con la calentura que tenía no podía dejar de hacerlo. Luego la hice ponerse en cuatro patas, yo de pie y ella sobre la cama, pero de lado, donde ya la cama no sonaba tanto y ahí ya le di con todo. Agarrándola del culo, con fuertes embestidas le metía sin compasión toda mi verga a la Sra. Silvia, la que mordía la almohada para que sus gritos no se fuesen a escuchar. Con todas mis ganas, ese viejo culo fue víctima de toda mi calentura y en menos de 10 minutos hice que la viejita se corriera, gritándole a la almohada , mientras yo , apoyado por el alcohol en mi cuerpo, duro como una roca, le seguía y le seguía dando a la veterana sin compasión. Me coloque por el otro lado y en cuatro patas me la tubo que chupar, pidiéndome que acabara , que estaba muerta, pero yo estaba inmune aun y no dejaba de follarle ahora la boca. Luego volví a darle por detrás una y otra vez y ya al rato , la ...