1. El crucero


    Fecha: 13/04/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... acicalarse y cuando la vi preparada para salir pensé. Esta mujer mía va de cacería. Se había planchado el pelo, pintado y maquillado y puesto un carmín en los labios de rojo intenso. Se colocó un vestido corto y escotado que tiene de gasa azul, sus medias y sus zapatos de tacón. ¿Cómo estoy? Me preguntó haciendo un giro de 360 grados. Si te digo la verdad, estas para follarte ahora mismo. Laura se rio. Pero si parece que vas a coger el cartel de busco macho para pasear por el barco, le dije. Seguro que te habrás puesto el tanga negro por si al inclinarte se te ve algo, le dije y ella levanto la poca falda que tenía el vestido y efectivamente llevaba el tanga negro con un liguero a juego para sujetar las medias. ¿De verdad me ves muy provocativa? ¿Quieres que me ponga otra cosa? Estas espectacular y por supuesto que de cambiarte nada de nada. Nos fuimos a cenar y todos en la mesa la felicitaron por lo guapa que se había puesto. La murciana se sonreía pero la miraba con indiferencia, pues era de esas mujeres que le gusta ser el centro y esa noche, el centro de atención era Laura Fuimos a la discoteca, como todas las noches a ver el espectáculo, y después comenzó como todos los días la música disco. Laura y Yolanda tardaron, pero al final se fueron a bailar y nosotros nos quedamos en la mesa que esa noche estaba pegada a la pista de baile. Cuando comenzó la música salsa volvieron a sentarse a la mesa con nosotros y el bailarín de la noche anterior la debía tener en su punto ...
    ... de mira, pues no hicieron más que sentarse y apareció en la mesa pidiéndome permiso para bailar con su esposa. Si ella quiere, yo no tengo inconveniente, le respondí sonriente. Alargó la mano hacia Laura y está también sonriendo se levantó y fue a bailar con él. Con el vestido que llevas hoy le vas a medir el rabo bien medido, pensaba yo para mí. Yolanda y José Antonio se retiraron al poco rato y yo me quede en la mesa contemplando como aquel hábil bailarín, como la noche anterior sobaba a Laura y metía la pierna entre las de ella. Laura estaba por su cara disfrutando y no sé qué cosas le diría el al oído que ella le seguía la conversación y cuando se acercaba para contestarle, este le posaba su mano en la nalga y la apretaba contra sí. Cuando cambió la música volvió acompañándola hasta la mesa y se despidió de ella dándole un beso en la mejilla y a mí se me acercó dando la mano Laura se terminó más de medio cubata que me quedaba de un trago y nos fuimos para el camarote. Subimos en el ascensor solos y según entramos metí mano a Laura comprobando que estaba muy húmeda. Zorra. Además de magrearte, ¿Qué te ha dicho el caribeño que estas tan pojada? Muchas cosas, pero lo que más me ha gustado es cuando me dijo que quería comerme la concha y después meterme todo su rabo dentro. Y ¿tú que le dijiste? Que me encantaría que me la comiese y probar su rabo, pero que te era fiel a ti y que tendría que tener tu consentimiento. ¿Fuiste capad de decirle eso? Ya sabes que por mí no habrá ...
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