1. Ricas vacaciones II


    Fecha: 17/04/2018, Categorías: Zoofilia Autor: biluxoo, Fuente: SexoSinTabues

    ... desayunar. Yo no había destinado por lo que acepté, desayunamos y antes de terminar la perra ya estaba olfateando la entrepierna de mi tío que cuando se levantó dejo ver su erección. No me dijo nada y yo tampoco pregunté. Se fue a sentar a la sala y la perra lo siguió. Yo no sabía que hacer y me fui a acompañarlos. Mi tío acariciaba a la perra a lo largo de su lomo y abdomen hasta que comenzó a acariciar su culo. Ambos seguíamos en silencio y de repente bajó el cierre de su pantalón dejame ver su enorme y morena verga. La perra por instinto comenzó a lamer la cabeza del pene mientras mi tío le daba paso a lo demás estirando su pantalón. Desde donde yo estaba sentado podía ver completamente todo lo que pasaba. De la nada mi tío comenzó a hablar mientras la perra seguía en lo suyo: -Mire sobrinito, no puedo creer que diga que no le gustan mucho los animales cuando ya probó a mi Yara. Yo seguía en silencio y mientras acariciaba a la perra continuó diciendo -Por mi estado de salud no puedo vivir cerca de animales, y para mi es una lastima porque me tengo que alejar de mi nena. Pero usted la tiene en su casa y no se me hace justo que con tanto tiempo libre no la trate como se merece. -Yo, yo. Yo no sabía como tenía que tratarla. Es muy brusca y tampoco la había tratado antes. -Pues ya la irás conociendo en estas vacaciones, porque yo no puedo pasar tanto tiempo fuera. Falta poco para que regrese al trabajo y para que regreses a la escuela falta aún más. Hablaba mientras se quitaba ...
    ... el cinturón y desabrochaba su pantalón para después quitárselo sin levantarse. Con su pantalón se había ido su bóxer que al igual que su camiseta era negro. Me sorprendió tambien que ya no me hablara de usted como solía hacerlo. Veía sus piernas peludas y firmes, ese enorme trozo de carne que la perra lamía con desesperación y yo no decía nada ni me movía, tener enfrente a ese semental y a esa hembra tenía mi cabeza vuelta loca y mi erección ya se asomaba por mi short. Mi tío se dio cuenta y me preguntó: -¿Cómo has tratado a mi princesa? Le conté todo lo que había sucedido los días anteriores, ahora no solo acariciaba a la perra si no que introducía dos de sus dedos en la pucha de la perra. Abrió la boca y aseveró -La tratas bien, pero no como se merece. A falta de su macho alguien mas debe de cumplirle como hembra que es. Mi tío se quitó la camisa y la camiseta para terminar completamente desnudo. Tenia a ese semental enfrente de mi y a esa perra dispuesta para él. Detuvo la mamada que recibía de la perra para levantarse y desaparecer por un instante. La perra se lamió donde antes habían estado los dedos de su macho. Regresó con un tubito de lo que pensé era lubricante, mantenía la erección intacta. La perra reconoció el tubito y se levantó de inmediato. Mi tío se unto la verga con el lubricante y se acomodó atrás de la perra. Por su parte, la perra hizo la cola a un lado y comenzó a arquearse. Poco a poco fue introduciendo su riata en ese hoyo hasta que ya había entrado la ...