Te presento a mi novia - Relatos Eróticos

Te presento a mi novia

... apenas, empezó a metérselo a la boca cada vez más, llegando a tragárselo completamente. No podía ver muy bien, pero se notaba como el pene salía escurriendo de la saliva de mi novia. Mi padre se la sacó de la boca a Lucero, se quitó la camisa y se bajó el pantalón hasta el tobillo, y se puso de rodillas. Lucero se alejaba y mi padre se acercaba, de pronto recuerdo que mi novia alzó los brazos y mi padre le sacó la blusa. Le subió la falda, le quitó la tanga, y con una de sus manos puso la verga en la entrada de la vagina de Lucero, la metió completamente y Lucero se tumbó en el piso, y ahí empezó a meter y sacar la verga a su voluntad de la conchita de mi novia, Lucero lo tomaba de los hombros y mi padre a ella de la cadera, continuando la penetración. Mi papá subió la velocidad, y aunque no escuchaba miraba la cara de satisfacción de Lucero como gimiendo, mi padre en un momento se colocó detrás de ella aún con el pene metido en su interior, le levantó una pierna  y empezó a cogersela de costado, hasta que Lucero bajó la pierna, mi padre empezó a apretarle las nalgas y aumentaron la velocidad de la cogida, recuerdo que ...

... él se la sacó antes de terminar y apuntó hacia el piso.

Mi novia se levantó, se vistió, se acomodó el pelo y subió hacia mi cuarto, cerré mi computadora, y la recibí, hice como si no hubiera visto nada, al igual que ella. Nos miramos una película y la llevé a su casa más tarde.

Regresando a casa mi padre me abordó y me dijo que tenía su permiso de iniciar el noviazgo con Lucero, siempre y cuando me cuidara siempre. Lo que siguió después fueron meses de relación, en la que estuve muchas ocasiones sexualmente con Lucero, sin embargo yo sabía que eso no iba a llegar a más porque no olvidaba lo que pasó, simplemente la usaba para coger seguido y quitarme las ganas. Pero, nunca se comparó la vez que la vi por la cámara, a cuando la tenía desnuda haciéndomelo, era una mujer preciosa, su panochita siempre bien depilada, el cuerpo espectacular, y aquella cogida con mi padre que se dio, no se comparaba a las culeadas que yo le daba, ambos explorábamos muchas posiciones, y cumplíamos fantasías. Nunca olvidaré el sexo con ella, pero tampoco lo que hizo con mi papá. A mis relaciones posteriores, las aparté siempre de mi viejo.