Katherine Riveros la Hija del Pastor
Fecha: 06/07/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Katherine Riveros, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... el jardinero. --Si pues, y no se preocupe, porque yo estaré aquí atento a lo que pueda necesitar la Srta. Katherine Riveros, jejjejejje, reía el viejo en forma abominable.
--Ay que buenito es Ud. Don Pricilo, lo dijo Miriam Caballero, dándole un afectuoso abrazo de agradecimiento, por tener tanta consideración con ellas… El viejo ya no aguanto más y se arrimó al abrazo de esa tremenda diosa hecha mujer y le refregó su tranca en su vientre, tratando de acercárselo a su exquisita hendidura, intentaba el caliente jardinero.
Al separarse Miriam Caballero sonreía, era una sonrisa afectuosa, encontraba simpático al tierno viejito. La rubia era tan inocente o de buenos sentimientos que no sintió o no le dio importancia, a la dureza que percibió en su bajo vientre al momento de abrazarlo, ni tampoco se fijó de como tenía parada la verga, y que en ese momento hacia leves pulsaciones sobre el asqueroso pantalón.
En un momento, el viejo pensó en agarrarla a la fuerza y culiarsela ahí mismo, forzarla y violarla y descargar en su interior todo el semen acumulado en esos días, pero se contuvo. --Nooo!!, se dijo el vejete para sí mismo, la dueña del semen que cargaba en sus hediondas bolas en ese momento era Katherine Riveros, la niña de la casa, de 18 años recién cumplidos. Así lo había decidido y así seria, ya habría tiempo de gozar con la rubia y decente mujer en otros momentos.
Ahí estaba el viejo Pricilo, todo caliente mirando la retirada de la rubia recatada, seria y decente ...
... mujer, que era Miriam Caballero. El viejo le miraba el culazo que se gastaba, como movía las nalgas en forma cadenciosa, que perfecto lo veía desde donde él estaba, y que parecido tenía Miriam Caballero con Katherine Riveros su hija, solamente que Miriam Caballero tenía el pelo rubio y liso natural, mientras que el de la niña Katherine Riveros era oscuro y liso, la madre tenía sus ojos verdes, los de la hija eran azules.
Con estos atributos el viejo pensaba, --Pero que gusto que me voy a dar con este par de putas cuando me las culie, cuando les reviente la panocha con mi verga, jajajaja reía el siniestro y pervertido jardinero, --Si en vez de madre e hija parecen hermanas, termino filosofando el viejo Pricilo.
Katherine Riveros no era consciente del exuberante cuerpo que se gastaba, heredado de Miriam Caballero su madre. Tampoco se daba cuenta de las obscenas miradas que los del sexo opuesto le daban a su anatomía, era deseada por profesores, amigos, conocidos, viejos y jóvenes y por más de alguna fémina que contrariando las leyes naturales no se resistía de admirar en forma lujuriosa, ese cuerpo de diosa con carita angelical.
Katherine Riveros no se daba cuenta de esto, debido a su estricta educación.
Lo que nadie se imaginaba era que en la misma casa de esta decente familia, estaba el hombre que si se atrevería a ir más allá de lo permitido, y que ya se preparaba para degustar tan exquisitos manjares, este hombre ya lo conocemos es don Pricilo, un asqueroso viejo de 63 años, ...